Es un conjunto compuesto por dos edificios de uso residencial, en la calle Santiago Aznar, según proyecto redactado por los arquitectos José María de Lapuerta y Carlos Asensio, que se ubica en el límite entre el casco histórico y la expansión del nuevo barrio de Miribilla, frente al puente de San Antón, por donde dobla el Camino de Santiago. El proyecto ofrece la posibilidad de diseñar las dos fachadas enfrentadas de una calle de nueva creación. Un proyecto dividido en dos y condicionado en sus traseras por la complejidad geométrica de las medianeras de los edificios existentes.

El ritmo de toda la fachada de prefabricado rojo es atemporal, flexible, proponiendo una indiferenciación del perímetro exterior y una disposición periférica de los elementos comunes. Se trata de una fachada de efecto cambiante según la incidencia de las luces de la ciudad. Su construcción finalizó en 2011.

La nueva calle, muy inclinada, se ofrece como prolongación del histórico puente de San Antón. El edificio, a ambos lados de la misma, marca las volumetrías y cornisas en su parte inferior, esculpiendo la calle. La fuerte pendiente facilita la situación y el acceso a garajes y locales, revestidos de hormigón prefabricado de color gris. En el resto de las fachadas se combina el primer plano ejecutado con paneles prefabricados de hormigón en color rojo-naranja sobre los volúmenes retranqueados de azulejo gris, que desaparecen en los días con ambiente nublado.

Los desfases en cornisa responden por una parte a las pendientes pero por otra recuerdan la división de la propiedad en lotes, típico en los cascos históricos.

Los áticos se abordan de forma expresiva frente a la estructura y el ritmo de la fachada. El color intenta aproximarse al del ladrillo rojo-naranja de algunos edificios históricos cercanos. Su textura combinando rayado horizontal y vertical crea un efecto de fachada cambiante.