A la deriva (2002) es una escultura localizada en el Paseo de la Memoria, junto al Palacio Euskalduna. La escultura es obra del artista eibarrés José Zugasti (1952) y se trata de una composición realizada con barras de acero curvadas y cromadas que recuerdan y glosan el pasado siderúrgico y naval de la Ría de Bilbao. Las barras son de acero compacto de 42 milímetros de grosor y dibujan unas líneas en el aire que crean la sensación de caída desde 5 metros de altura. La obra es también muestra del peso del dibujo dentro de la práctica escultórica de Zugasti, quien se considera pintor y señala cómo los tonos oxidados y la forma de los hierros están pensados para armonizarse dentro del lienzo que compone el paisaje en el que se localizan.

Según el autor, la obra es una metáfora y un homenaje al pasado industrial de la Ría y de Bilbao. Una obra que rememora un esplendor, un desgaste y una decadencia de empresas como la antigua Euskalduna, y que toma su nombre, A la deriva, de un poema del libro Hojas de hierba (1855) del poeta estadounidense Walt Whitman (1819-1892). José Zugasti considera ideal su ubicación dentro del Paseo de la Memoria, diseñado por el arquitecto Javier Cholet quien fue sensible a la idea de Zugasti de rememorar el pasado industrial y naval de Bilbao.


Ana Prado