Ana Naranjo Marín era natural de Alcolea del Río, provincia de Sevilla. Hija de Cipriano Naranjo y Consuelo Marín. En 1937 tenía 54 años, estaba casada y tenía 2 hijos. Residía en Sestao, concretamente en la calle Rivas nº 35, 4º izquierda, y trabajaba como ama de casa.

Fue detenida por la Guardia Civil de Sestao el 2 de septiembre de 1937. En el primer interrogatorio manifestó que estaba afiliada al Hogar de la Mujer Moderna de Sestao y que acudía frecuentemente a la casa del pueblo de Sestao al objeto de orientarse de la “marcha de la política”. Además afirmó que antes de la Guerra Civil iba en cabeza de las manifestaciones que se producían en el pueblo y reconoció que había insultado a una vecina derechista durante la contienda. Su militancia política y su participación en las manifestaciones de carácter político y social en Sestao la convirtieron en una mujer conocida.

El mismo día de su detención 10 vecinos de Sestao comparecieron ante la Guardia Civil acusando a Ana Naranjo de varias cosas: “antes del Movimiento se destacó en una campaña derrotista y en desprestigio de las autoridades”, “que en cuantas manifestaciones de carácter tumultuario se suscitaron en el pueblo acudía en cabeza dirigiendo las mismas”, que insultó, ultrajó y denunció a varias vecinas “citándolas de fascistas”. Además también manifestaron que vertió la comida que las familias de los presos derechistas llevaban a la cárcel. La acusación más grave que recayó sobre ella fue referente a los asesinatos del 4 de enero de 1937 producidos en las cárceles de Bilbao. Si bien ninguno la acusó de dar muerte a los presos, afirmaron que “fue la tal Anita la que arengó a las milicias rojo-separatistas enarbolando un cuchillo y al efecto montada en un camión en unión de varias más de su calaña, teniendo noticias al otro día de la horrible matanza que habían hecho en Bilbao.”

A las 11:00 del 4 de septiembre de 1937 fue trasladada a la cárcel de Larrinaga de Bilbao. El 17 del mismo mes se ratificó en su declaración, reconociendo que insultó a la vecina derechista, pero negó que la hubiera amenazado de muerte así como haberse montado en ningún camión con un cuchillo el 4 de enero.

La Guardia Civil de Sestao informó negativamente sobre ella el 17 de septiembre, acusándola entre otras cosas de “revolucionaria peligrosa”, de haber tirado la comida de presos derechistas y de tener una “conducta pública moral malísima”. El Ayuntamiento de Sestao también informó al tribunal militar, afirmando que “ha observado una MALA (sic) conducta, siendo siempre agitadora y propagandista socialista”. Ninguna de las dos instituciones la acusó de haberse subido a un camión para arengar a las masas ni para acudir a Bilbao.

El 2 de octubre el fiscal presentó los cargos contra Ana Naranjo: “socialista rabiosa y gran propagandista. Denunció a las derechas e insultó a los presos. El 4 de enero vino a Bilbao a matar a los presos en un camión llevando un gran cuchillo. No consta que tomara parte material en las matanzas”. Esta última acusación sólo estaba ratificada por los testigos que la denunciaron ante la Guardia Civil, mientras que las autoridades civiles y policiales de Sestao no hicieron mención a este hecho, centrándose en acusaciones de carácter político y moral.

El 8 de octubre de 1937 Ana Naranjo fue condenada a muerte por un tribunal militar, al ser acusada entre otras cosas de “capitanear a un grupo de 50 o 60 mujeres y que dotada de un brazalete como distintivo de autoridad, realizó toda clase de denuncias”; de haberse montado en un camión el 4 de enero y “haber excitado a las masas para cometer toda clase de crímenes, siendo siempre destacadísima su actuación como dirigente en el pueblo”; por último fue acusada de disponer de unos “antecedentes de peligrosidad social”.

Francisco Franco se dio por enterado de la pena impuesta el 4 de diciembre de 1937. Nueve días después, el 13 de diciembre Ana Naranjo Marín fue fusilada en Bilbao.


Aritz Ipiña Bidaurrazaga