Ángela Figuera nació en Bilbao el 30 de Octubre de 1902. Alumna del Sacre Coeur, colegio que estaba en la Gran Vía, completó el bachillerato en el Instituto de Bilbao (1924). Siguió estudios de Filosofía desde 1925, matriculándose de forma libre en la Universidad de Valladolid. La muerte de su padre en 1926 dejó en una situación económica débil a la familia. Ella que residía en Madrid se hace cargo de la familia. Termina sus estudios en Filosofía en 1927, y al volver a la Villa, se emplea en una empresa de importación de aceros, Aceros Poldi. En ese momento comienza su noviazgo con su primo Julio Figuera con quien se casaría.
Comenzó a escribir por una actitud natural, y sus primeros poemas, no editados, datan de la década de los años 20 del siglo XX. Aparecen en un Cuaderno Inédito guardado por su familia.
En 1930 la familia se trasladó a Madrid, donde algunos miembros de la familia podían encontrar trabajo remunerado. Ángela Figuera trabajó en varios colegios de Madrid, entre los que destaca el Montessori, de avanzada pedagogía. En 1933 se presenta a oposiciones para Cátedra de Segunda enseñanza y las aprueba, siendo destinada a Huelva. Se casó con Julio Figuera en Enero de 1934 y la pareja fijó su residencia en Huelva. La rebelión del 18 de Julio les sorprende en Madrid. La poeta resiste en la capital y sufre el asedio de las tropas franquistas. En esa penosa situación nace su primer hijo, Juan Ramón Figuera. Fue evacuada a Alcoy en 1937 y se hizo cargo de la cátedra de literatura en su Instituto. Aún tuvo que realizar un último traslado a Murcia en 1938. Al finalizar la guerra la familia vuelve a Madrid, y comienza para Ángela Figuera una época de dureza y falta de medios materiales. A partir de 1948 comienza una importante correspondencia con Gabriel Celaya a quien presenta su libro Mujer de barro (1948). Son sus primeros atisbos dentro de una poesía de carácter intimista con una profundización en los temas de su sentido de madre y mujer.
En 1949 publicó su libro Soria pura, con el que recibe el Premio verbo y comienza una fructífera relación literaria con Blas de Otero. En 1950 se editó su libro Vencida por el ángel y comenzó contactos con círculos intelectuales del País Vasco, que había iniciado de forma postal. En este libro, puede apreciarse un cambio de estética: el libro la sitúa dentro de la poesía social, a la vez que señala su importancia dentro de la poesía de impulso feminista En 1952 editó Grito inútil, que sería Premio Ifach.
Comenzó su trabajo como traductora y encontró un puesto en la Biblioteca Nacional, pero su trabajo preferido consistió en encargarse de una “bibliobús”, de un sistema de popularización de la lectura, al que se dedicó a partir de 1954.
A partir de este momento se produjo una época de intensos viajes a Marruecos (1955), a París (1957) donde pudo disfrutar de una beca de estancia para estudiar sistemas de organización de bibliotecas hasta que 1966 se produce su primera visita a la URSS. Y en 1969 viajó a México
En paralelo sus libros empezaron a aparecer en México, Belleza cruel en 1958, con el que obtuvo el Premio León Felipe. En el libro significa la revelación de la poesía que de los vencidos que se estaba escribiendo desde dentro, con una voz profunda con ritmos de salmo, de manera que su obra es u puento entre el exilio exterior y el interior. En 1969 se publica en Monterrey una antología de su obra.
En 1961 residió en Avilés, donde trabajaba su marido y se trasladó a Madrid en 1971. Su enfermedad se diagnosticó en 1980 y murió en 1984.
Jon Kortazar