Parque urbano situado en el centro de Bilbao de aproximadamente 18.800 metros cuadrados, de los cuales 4.500 corresponden al Paseo que discurre paralelo al Nervión en un nivel inferior. Está limitado al oeste por el cauce fluvial, al sur por Areatzeko Zubia -Puente del Arenal-, y al este por las calles Areatza Kalea o del Arenal y Epaltzaren Alargunaren Kalea -Viuda de Epalza-.

Este salón urbano ocupa un lugar ganado a la Ría, ya que en sus orígenes fue un “brazo de mar” con depósitos de arena en la margen derecha de aquélla. Desde la fundación de la Villa en el siglo XIV fue empleado como zona de puerto natural y astillero, convertido junto con la antigua Plaza del Mercado en lugar de intercambios comerciales. En el año 1590 se ejecuta un muelle de cantería y en 1640 la construcción de una estacada para mejorar las zonas de atraque, aunque es en el siglo XVIII cuando se acometen las reformas más importantes de este espacio urbano.

En 1754 se cierran la Alameda y Prado del Arenal con “pared baja”, con “cujas” o bancos dobles de sillería maciza y un enrejado de hierro rematado con jarrones de piedra. Ocho años después sus terrenos se elevan hasta la cota del Convento de San Agustín –lugar que ocupa el actual Ayuntamiento-, configurándose la explanada tal y como se conoce en la actualidad. En este momento comienza su reconversión paulatina de zona portuaria a lugar de esparcimiento para los bilbaínos y popular antesala del Casco Viejo de la Villa. Las instalaciones al servicio del Puerto de Bilbao, como la estufa, las lonjas, los pesos y la bueyería, dan paso a la Iglesia de San Nicolás de Bari, a nuevas casas en la calle Estufa (actual Viuda de Epalza) y a jardines con árboles de gran porte. El Parque fue retratado por pintores románticos como Luis Paret y Alcázar (1746-1799), en dos óleos que pueden disfrutarse en el Museo de Bellas Artes de Bilbao (Vista del Arenal de Bilbao, 1783) o la National Gallery de Londres (View of El Arenal de Bilbao, 1784).

A principios del siglo XIX se colocan faroles de reverbero (candiles con aceite), una nueva fuente y un abrevadero mular y caballar para las bestias encargadas del transporte de mercancías hasta la zona de atraque de barcos. En 1814 el durangués José Joaquín de Echezarreta dona a la Villa cincuenta castaños de indias para ser plantados en el Arenal y para 1847 ya se tiene constancia gráfica del diseño del parque, gracias a un plano del arquitecto Julián de Salces. Configurado fundamentalmente con árboles, jardines y bancos, el Arenal es un jardín de corte romántico en el que además Pedro Ispizua Susunaga (1895-1976) proyecta y construye, en calidad de arquitecto municipal, el actual kiosco de música (1923-1927).

Con el traslado definitivo del Puerto Interior de Bilbao al Abra Exterior, en la última década del siglo XX, se elimina el tráfico portuario y las zonas de atraque, convirtiéndose la totalidad del Arenal en zona de Parque reservada para peatones.

Asier Santas