Abogado, político y director del Banco de Bilbao entre 1864 y 1895, Manuel Barandica Mendieta fue Diputado general por el bando gamboíno en el bienio de 1854-1854, además de Padre de la Provincia  desde su elección como tal en Junta General de 4 de octubre de 1876. Ese mismo año resultó elegido como Diputado de las primeras Cortes de la Restauración.

 Barandica nació en Amorebieta el 24 de mayo de 1827. Sus padres fueron Manuel de Barandica y Casilda de Mendieta, naturales de la precitada anteiglesia. Barandica comenzó sus estudios en el Colegio de Bilbao para licenciarse en Jurisprudencia en la Universidad de Valladolid en 1851. Fue miembro del Ilustre Colegio de Abogados de la Villa de Bilbao, siendo tesorero en el año 1858 y secretario en 1862.

 La familia Barandica tuvo una importante presencia en la vida política del Señorío desde el siglo XVIII. Su padre se mantuvo una veintena de años trabajando  como  Secretario de Justicia y de Gobierno (1836-55), mientras él participó de forma más modesta ocupando el cargo de Diputado general en el bienio de 1852-1854 y Padre de Provincia desde 1876.

 En 1876 fue elegido Diputado a Cortes por el distrito de Gernika. En su labor como Diputado en Madrid defendió los Fueros y se opuso al sistema de banco único. Valedor de los Fueros, los discursos dados por Barandica el 18 de julio de 1876 en las Cortes fueron recogidos y publicados con el título Los fueros y sus defensas, libro impreso en Bilbao en el año 1898. Un hito que supuso la cumbre de una actividad política que, tras un lapso de tiempo dedicado a su labor en el Banco de Bilbao, retomó tras la II Guerra Carlista.

 Su labor en defensa de los Fueros recibió el reconocimiento de la Diputación en Junta General al concedérsele un asiento entre los Padres de Provincia. Un honor que recibió junto con los Senadores Ignacio María del Castillo y Francisco Mac-Mahón,  los Diputados Gumersindo Vicuña, Camilo Villabaso y Martín Zavala, el consultor del Señorío, Manuel Lecanda, el Alcalde de Bilbao, Felipe de Uhagón y el Diputado Alejandro Pidal y Mon. El nombramiento fue aprobado en las Juntas Generales del 4 de octubre de 1876.

 En el período de sesiones de 1877 también integró la comisión de etiqueta que entregó al Rey la contestación a su discurso. Se mantuvo en el cargo solamente un mes, renunciando al mismo en mayo de 1877.

Ana Prado