La propuesta de Madariaga y Zarranz fue la más adecuada y completa de las presentadas. Cumplía con las condiciones de parque público, disposición abierta y facilidades para la enseñanza activa en la escuela maternal. Ocupaba una superficie de 13.000 m2 que se articuló en un espacio público y otro escolar para 3.200 alumnos.

 En el centro de un patio de grandes dimensiones actuaba como eje distribuidor del grupo quedando delimitado por un parque de libre acceso de 1.946 m2 en la calle San Francisco y cinco edificios en el resto de los lados. A la izquierda estaba el edificio más alto, la escuela elemental y de ampliación de estudios, en frente un pequeño cuerpo correspondiente al auditorio y piscina unido al anterior, y a la derecha se ubicaba el grupo que formaban la escuela maternal, la escuela del hogar y la inspección médica, que se organizaban en cuerpos de menor altura para aprovechar el desnivel del terreno. De este modo el conjunto seguía una estructura jerarquizada, proporcionada y coherente que permitiría aislar las clases del ruido.

 La escuela elemental y de ampliación de estudios con capacidad para 1.600 y 400 alumnos respectivamente sobre un edificio de cinco alturas y cubierta plana inspiradas en las escuelas de Hamburgo. Parte del bloque en el que se albergan la escuela de adultos y ampliación de estudios quedaba fuera del recinto escolar y abierto a la calle. El resto estaba incluido en el patio con la entrada marcada por una marquesina saliente de remate semicircular. La planta baja albergaba servicios comunes. A la altura de la calle se encontraban los espacios para actividades extraescolares, talleres de aprendizaje, el comedor y la imprenta escolar.

 Mientras que el resto se dedicaba a aulas y otros servicios lo hacían como salas de visita y clases especiales de Física con laboratorios de Química e Historia Natural. Al otro lado estaban los servicios comunes: el recreo cubierto con pequeños frontones, los talleres, las clases de música, los gimnasios cubiertos y al aire libre, la piscina, las duchas, los servicios higiénicos sanitarios, las peluquerías, el salón de música y un salón de actos para 1000 espectadores con cabina de proyección. Frente a la escuela elemental estaba la maternal y del hogar con clases, un comedor baños galería de estar y reposo y salas de cuna.

 La escuela maternal o de párvulos ocupaba el cuerpo horizontal paralelo a la escuela elemental con fachada al patio central y su parte trasera a un recinto de recreo interior con capo de arena y playa artificial cubierta. La planta baja acogía a 600 párvulos y las superiores salas cuna con 200 plazas, sala de puericultura y ampliaciones de oficios de la mujer. El resto de la escuela del hogar con espacio para 400 personas se desarrollaba en una estructura autónoma y acceso independiente en un edificio anexo en forma de L abierto a las calles San Francisco y Conde de Mirasol.

 Siguiendo la calle hacia la ría y aprovechando el desnivel se ubicaba la inspección médica en una edificación de cuatro alturas que contaba en su interior con laboratorios, oficinas, salas de las especialidades, rayos x, cámara fotográfica, sala de ortopedia y otras dependencias. El aula era la parte más importante. Los arquitectos Madariaga y Zarranz en el proyecto recomendaron el uso del hormigón armado en la construcción por su economía y versatilidad para poder abrir grandes vanos que ayudaran en la iluminación. Los muros de relleno serían de fábrica de ladrillo con cámara de aire para evitar humedades. Para proteger las fachadas proyectaron antepechos en ventanas y repisas de hormigón con vuelo en la coronación de los edificios así como vierteaguas. En el interior pavimentos de baldosa, madera artificial y goma y enchapados. Se trató de un proyecto de centro escolar modelo que recogía los mayores avances en pedagogía e higiene del momento.

 

Luis Bilbao