Cosme Echevarrieta nació el 28 de septiembre de 1842 en Bilbao. Cosme cursó estudios en el Instituto Vizcaíno, desde donde debió pasar a una Escuela de Náutica para hacerse piloto de la marina mercante. A la muerte de su padre, Cosme se hizo cargo del negocio familiar de loza y cristalería, abandonando su profesión como marino.

En 1882 se unió a su amigo y correligionario Bernabé Larrínaga, para formar la comunidad de bienes “Echevarrieta y Larrínaga”. La comunidad de bienes se dedicó, preferentemente, al negocio minero en la provincia de Vizcaya, situándose en una buena posición, aunque lejos de las grandes compañías de la época.

En el plano político, Cosme participó en la fundación del Comité Demócrata de Bilbao en 1865. Este comité estaba vinculado al diario El Eco Bilbaíno, en el cual Cosme colaboraba.

El 5 de mayo de 1865, Cosme publicaba en ese diario un artículo titulado “Solamente la democracia es compatible con los fueros”, cuya importancia es capital para el republicanismo vizcaíno y vasco, ya que en él ser recogen las principales ideas que mantuvieron los republicanos hasta 1937 sobre el tema foral. En él, Echevarrieta intentaba demostrar cómo los fueros eran incompatibles con el absolutismo, identificaba fueros con república y democracia, y deseaba extender las ventajas forales al resto de España.

Con la revolución democrática de septiembre de 1868 los antiguos demócratas pasaron a formar el Partido Republicano Federal. En Bilbao, los republicanos se reorganizaron en la primavera de 1869, y eligieron a Cosme Echevarrieta como su presidente. Como tal, Echevarrieta participó en el Pacto Federal de Eibar entre las provincias vasconavarras. Una vez que los pactos federales se vieron ineficaces para organizar el partido, Echevarrieta participó en las subsiguientes asambleas federales republicanas como representante de la provincia de Vizcaya.

En 1872 abandonó la presidencia del republicanismo bilbaíno. Pero, sin duda, lo más relevante de lo sucedido ese año fue que Cosme encabezó un levantamiento de carácter republicano federal intransigente, secundando otros levantamientos similares que se produjeron en España el 24 de noviembre. Echevarrieta comandó una partida de 300 hombres que llegaron a las estribaciones del monte Gorbea. El grupo lanzó una proclama en contra de la institución monárquica y a favor de la República democrática federal. El levantamiento no tuvo mayor repercusión, si bien le costó a Echevarrieta el primero de sus exilios en Francia.

Echevarrieta volvió a Bilbao tras la proclamación de la República. La coyuntura bilbaína de ese tiempo, marcada por la confrontación carlista, condicionó la actividad de Echevarrieta. Así, nuestro personaje fue el Comandante del Batallón de Voluntarios de la República, pasando, tras la caída de la misma, a formar parte del Batallón de Auxiliares.

Reapareció en 1876 en la escena política vizcaína como representante de Ubidea en las Juntas Generales. Su actividad fue nula ya que no fue aceptado en Juntas porque no reunía las condiciones necesarias para representar a esa localidad. Al día siguiente de su expulsión de las Juntas se conocía la noticia de su búsqueda por las autoridades militares, lo que le obligó de nuevo a exiliarse a Francia.

Obligado por las adversas circunstancias de comienzos de la Restauración abandonó la política. Reapareció en 1879 para crear el partido Unión Democrática, el cual presidió el partido hasta 1881, momento en que dejó la primera línea política para dedicarse a sus negocios.

En 1890 reapareció en la escena política para formar el partido Centro Republicano en Bilbao, seguidor de las tesis políticas de Nicolás Salmerón. La fundación respondió a su voluntad, pues fue él el que encabezó el manifiesto constitutivo. Desde ese momento estuvo separado de la primera línea política hasta su muerte, ocupado en sus negocios.

En cuanto a su actividad institucional, Echevarrieta fue concejal del ayuntamiento de Bilbao en 3 alcaldías distintas entre los años 1872 y 1873. En las sesiones se mostró muy activo en lo que a formular mociones se refiere tendentes a mejorar las condiciones de vida y la educación de las clases operarias y su acceso a la práctica política, a la vez que nos dejó muestras de su ideología republicana.

Fue elegido Diputado por Vizcaya para la Asamblea Nacional en las elecciones de 1873, a las que únicamente concurrieron los republicanos. Sus intervenciones en el parlamento se centraron en la guerra carlista y en apoyar al gobierno de Castelar en su decisión de suspender las garantías constitucionales teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba la República.

Jon Penche González