Su familia paterna procedía de Aubín, Departamento de L`Aveyron, Francia. Su abuelo, Luis Delclaux Maque, vino desde Toulouse con el ingeniero director que llevó a cabo la instalación de Santa Ana de Bolueta en 1841.

Juan Luis Delclaux, en 1845 se casó por primera vez en Begoña con la bilbaína Aquilina Malcoartu, con la que tuvo seis hijos entre 1846 y 1855, en que enviudó. En noviembre de ese mismo año volvió a casarse con Nicolasa Ibarzábal, procedente de Axpe-Arrázola, mientras sus padres, Francisco Ibarzábal y Vicenta Balanzategui procedían de Mondragón. De este segundo matrimonio Luis Delclaux tuvo otros cuatro hijos, Isidoro, Julia (casada con el comerciante de Igualada Juan Baqué), Bonifacia y Juan Cruz.

En 1882, Isidoro casó con la madre de nuestro biografiado, Marcelina Aróstegui Aboitiz, (1856-1940), perteneciente a una acomodada familia bilbaína.

Isidoro Delclaux –hijo– estudió el bachillerato en el Real Seminario de Vergara, tras lo que pasó a la Universidad de Deusto donde comenzó sus estudios de Ingeniero de Caminos. En julio de 1914 empezó estudios de economía en la Pittman School de Londres, estudios que la Guerra Mundial truncó, por lo que los continuó de Comercio en Bilbao, completando su formación de forma autodidacta.

En 1920, con sus estudios ya acabados de forma drástica, Isidoro Delclaux Aróstegui, participó como socio gestor en Delclaux y cía. sociedad en comandita, formada con un capital social de un millón de pesetas. Esta sociedad, además de continuar con la tradicional dedicación a la compraventa de vidrio y metales, mantuvo la actividad de Isidoro Delclaux Ibarzabal como agente de aduanas.

Se casó en 1926, en Santurce, con Mercedes Oráa Sanz, de familia guipuzcoana tradicionalista. El matrimonio Delclaux Oráa tuvo ocho hijos: Carlos, Mercedes, Luis, Begoña, Soledad, Ana, Pilar e Isidoro.

En 1934 colaboró activamente en el proyecto de Vidrierías de Llodio (posteriormente Villosa), con un capital social de diez millones de pesetas, empresa de la que Isidoro Delclaux Aróstegui fue primero consejero delegado y, entre 1944 y 1968, presidente del Consejo de administración.

Durante la Guerra Civil Isidoro Delclaux, en consonancia con las ideas tradicionalistas familiares, combatió en el bando franquista como capitán de los Requetés, dedicado a la reconstrucción de las  obras civiles dañadas o destruidas en los combates.

Con la caída de Bilbao, en junio de 1937, se reorganizaron los cuadros políticos de inmediato, y Delclaux entró a formar parte de la Diputación Provincial presidida por Luis Llaguno. En la Diputación continuó entre 1939, bajo la presidencia de José Luis de Goyoaga, con el que fue vicepresidente hasta 1947.

Dentro de esta reorganización del personal político que el fin de la Guerra Civil provocó, en 1937 Isidoro Delclaux fue nombrado Vicepresidente de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao, cargo que ejerció hasta 1968.

Delclaux fue vocal de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao por primera vez en 1930. Desde esta fecha mantuvo una larga relación con esta entidad hasta que en mayo de 1964, por aclamación y voto unánime de todos los vocales, fue elegido presidente, cargo que ejerció hasta 1968. En representación de las Cámaras de Comercio fue procurador en Cortes desde 1964 durante tres mandatos.

Como empresario, desde sus orígenes en las empresas paternas dedicadas a metales y vidrios, fue promotor y consejero de las variadas iniciativas. Así que se sucedieron las empresas y los consejos a los que perteneció: Vidrieras de Llodio, Valca, Argón (ahora Praxair), Elorriaga Eléctrica, Delta Eléctrica, Delclaux y cía, Tubos Reunidos, Petronor, Financiera Española, Productos Forestales, Impregnación de Madera, Vidrieras de Arte, Productos Pretensados, Arenas de Arija, Vidrieras de Alava, etc.

También fue consejero de Campsa o Altos Hornos de Vizcaya y del Banco de Vizcaya entre 1956 y 1981, siendo por lo tanto consejero en otras empresas en las que el Banco tenía intereses y puestos como la aludida CAMPSA o en la Compañía Transatlántica. Fue Consejero de Tubos Forjados, entre 1945 y 1948, y en una segunda etapa entre 1951 y 1969.

Desde la Cámara de Comercio creó su Servicio de Estudios y del AGEX (Agrupación de Exportadores Metalúrgicos de Vizcaya), protagonizando una campaña en pro de la Autopista Bilbao-Behobia, y la ampliación de la Feria de Muestras; como Vicepresidente de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao, en el proyecto del Puerto exterior. Igualmente fue Presidente del Depósito Franco de Bilbao, además de Cónsul Honorario de Venezuela en Bilbao.

En 1968 se retiro de la mayoría de consejos, aunque se mantuvo en el del Banco de Vizcaya, pero dejó su actividad intelectual. De hecho, en 1975, publicó “Pequeña historia de un desarrollo singular”.


Eduardo J. Alonso Olea