El edificio, bautizado comercialmente como “Artklass”, ocupa una manzana completa de uso residencial en la Plaza Euskadi y se encuentra en la frontera entre el nuevo espacio urbano generado junto a la ría y el tejido urbano ya existente, un enclave donde destaca la confluencia de varios elementos singulares.

La obra es el resultado de la colaboración entre los estudios de los arquitectos Robert Krier y Marc Breitman, responsables de la definición de las fachadas, y el estudio local de Iñaki Aurrekoetxea (IA+B), responsable de la configuración de los espacios interiores.

El proyecto constituye un reconocimiento al Ensanche de Bilbao en un lugar tan arraigado como el Parque de Doña Casilda Iturrizar. Su construcción finalizó en 2011. 

El proyecto pretende implementar un espíritu del lugar, realizar una nueva mirada hacia lo local con la que el ciudadano se identifique y se encuentre cómodo. Se trata de un ejercicio de disciplina en la utilización del lenguaje de composición clásica con un uso riguroso de cada elemento, tanto compositiva como constructivamente.

La fachada cuenta con un sistema de aislamiento exterior que mejora sus condiciones térmicas. En los portales, los suelos de piedra y mármol describen unos dibujos realizados con cortes por rayo láser.

Robert Krier ha aportado treinta y seis esculturas propias, treinta y una de las cuales se encuentran en las fachadas, incluidos los seis grabados.

Las viviendas, de distintas tipologías según su emplazamiento, se organizan en torno a tres amplios patios interiores que dan luz y ventilación a cocinas, tendederos y dormitorios. El salón-comedor y el dormitorio principal se vuelcan hacia las fachadas exteriores.

Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre