Tras la desaparición de El Vizcaíno Originario en 1843, de forma casi inmediata se publicó un nuevo periódico, El Amigo de Vizcaya, también dirigido, como su predecesor, por Baldomero Olavarría. El nuevo periódico estaba igualmente ligado a la Sociedad Constitucional de Bilbao, aunque su propósito declarado era ofrecer más información económica que política. En el aspecto económico y social, El Amigo de Vizcaya se mostraba defensor de las clases subalternas y de los artesanos tradicionales, más que de las élites comerciales representadas por la Sociedad Bilbaína. Sólo se publicaron nueve números de El Amigo de Vizcaya, ya que, ese mismo año de 1843, se produjo una escisión en el seno de los liberales progresistas, por un lado aquellos más propiamente constitucionalistas, partidarios de una uniformidad legal, y los que propugnaban una reforma foral.

Javier Díaz Noci