La aspiración de un puerto exterior venía de los años 50, cuando el ingeniero director de la JOP, Antonio Aguirre, diseñó un dique de 3.150 metros y un contradique de 2.150 metros como aprovechamiento del Abra. Llegó a publicar en las memorias de la Junta de Obras del Puerto de 1955-1956 el plano y las memorias del proyecto.

Desde principios de los años 60, el puerto de Bilbao dada su condición de puerto interior, estaba imposibilitado en poder recibir barcos de gran tonelaje debido a las obsoletas infraestructuras, a la necesidad de dragar y ensanchar la ría además de las obras previstas en el exterior, en la zona del Abra.

Si bien para 1968 estaba prevista acabar las obras del canal de Deusto como dársena de atraque con la ampliación de muelles, la obra más importante estaba en el superpuerto previsto en el Abra y las dársenas de Lamiako y Galdames que aportarían nuevas líneas de atraque. En 1967 se inauguró el nuevo pantalán de atraque de trasatlánticos, el nuevo tren de dragado, los cuatro tinglados y los nuevos pabellones de San Mamés y la nueva estación marítima de Santurtzi. Pero más resaltable fue el aumento de atraque de barcos de gran tonelaje en el exterior así como por el aumento de actividades e importancia respecto del puerto interior.

La adjudicación en 1968 tanto de una refinería como del anteproyecto de aprovechamiento integral del Abra llevó a que la dirección técnica de la Junta autorizase al ingeniero director del puerto a redactar los proyectos necesarios. El proyecto tendría sendos brazos que cerrarían el Abra partiendo de La Galea y Punta Lucero.

La vieja aspiración de una refinería que ocuparía 200 hectáreas de terreno en la zona de Muskiz y con capacidad para producir 7,5 millones de toneladas de crudo al año con un coste de 15.000 millones, fue sustentada por (Rio Gulf Petróleos y la Gulf Oil Corporation junto a los bancos y cajas de ahorro vizcaínas) Petronor, a cuyo frente pusieron a Enrique Sendagorta, ya que serviría para aportar el dinero necesario para las obras del superpuerto y para atender las demandas de la refinería y ubicarían otras industrias en los terrenos ganados al mar haciendo de este proyecto un puerto internacional así como supuso un reto de integración con Europa. La Junta informó de la obra para el superpuerto que permitiría atracar barcos de 300.000 a 500.000 toneladas con muelles de 20 kilómetros.

Los dos diques previstos, el de Poniente, con dos alienaciones, la primera de 520 metros de longitud arrancaba de Punta Carrasquillo, el de Levante desde Punta Galea con una longitud de 3.010 metros. La solución sería con dique de escollera salvo los morros que serían verticales para no reducir la anchura útil de la boca. Eran dos diques y dos atraques para petroleros. Pero la consecución del superpuerto llevaba aparejadas otras infraestructuras como el nuevo acceso al puerto de Santurtzi, la autovía Portugalete-Santurtzi, y la autopista Retuerto-Portugalete. Este proyecto de superpuerto era considerado por las autoridades como el eje vital del desarrollo económico de Bizkaia. Se preveía que duraría varias décadas su construcción dada la millonaria inversión prevista.

Con la presencia del Ministro de Obras Públicas, Gonzalo Fernandez de la Mora, se colocaba la primera piedra el 18 de Junio de 1972 del abrigo del Superpuerto. La obra arrancaba en Punta Lucero, abrigaba una extensión cinco veces mayor a la que ya tenía. Enrique Sendagorta sostuvo que la refinería sería en el motor de expansión del puerto de Bilbao. Este superpuerto sería un elemento acelerador, un factor exponenciante en el crecimiento de toda la Comarca.

En 1974 se adjudicó el proyecto del morro del contradique de Punta Galea era la puesta en marcha de la segunda fase del superpuerto, propuesta inédita que serviría de señalización y protegería la construcción del resto del dique quedando frenados los temporales. Si la construcción del dique de Punta Lucero fue posible por las aportaciones de Petronor el de Punta Galea lo sería por las aportaciones de la JOP y la iniciativa privada, sin que finalmente llegara a realizarse.

Luis Bilbao