En la villa de Bilbao son varias las esculturas referentes a figuras mitológicas. Una de las más llamativas es la estatua de Mercurio volador que se alza en lo alto de la antigua sede del Banco de Comercio, posteriormente del Banco de Bilbao, en la Gran Vía bilbaína. La estatua dedicada al dios protector del comercio fue diseñada por Pedro Guimón y realizada por Moisés de Huerta en 1922.

El edificio en el que se encuentra la escultura es obra del arquitecto bilbaíno Pedro Guimón. Este gran edificio de estilo clásico se construyó entre 1918 y 1922; y fue reformado a mediados de ese mismo siglo por Ricardo Bastida, otro gran arquitecto bilbaíno. Siguiendo ese estilo clásico y enlazando con la tradición comercial de la villa, el edificio está coronado por este Mercurio que se levanta sobre la proa de una carabela, justo en el chaflán del edificio. En este monumento se unen así los dos símbolos históricos de la ciudad, el comercio y la navegación comercial.

Según algunos autores, esta escultura es obra de Juan de Bolonia, pero en la mayoría de las fuentes se cita como autor a Moisés de Huerta (1881-1962), escultor vallisoletano, pero formado desde su niñez en Bilbao y alumno de la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao junto a artistas como F. Durrío, Quintín de la Torre, entre otros.

Ana Prado