Fábrica siderúrgica instalada en el Desierto (Barakaldo) en 1880.

El comerciante británico George Batters–del que era representante en Bizkaia José Martínez de las Rivas– compró en 1870 diversas minas en Ollargan y Bilbao que se transfirieron a una compañía, la Somorrostro Iron Ore, recién creada por Battersy otros socios ingleses. Al mismo tiempofundó la Cantabrian Iron Company con un capital de 60.000 libras esterlinas, adquiriendo por 28.000 la finca de San Nicolás del Desierto en Barakaldo. La idea era instalar una fábrica que transformara el hierro en lingote mediante altos hornos de coque.

Aunque se comenzaron los trabajos para levantar la fábrica con la II Guerra Carlista no sólo se paralizaron sino que en las operaciones bélicas la fábrica sufrió graves daños y los socios británicos optaron por deshacerse de ella. La venta se hizo al Marqués de Mudela, tío de José Martínez, por 750.000 pts.

El nuevo dueño de las minas y terrenos le encargó la administración y realizó una fuerte inversión de dos millones de pesetas para ponerla de nuevo en marcha. La nueva fábrica, conocida ya como la Mudela, comenzó a producir en 1880 con cuatro altos hornos de coque. Hasta la ampliación de El Carmen, en Altos Hornos de Bilbao, y la aparición de La Vizcaya, fue la siderúrgica más grande de España, produciendo un tercio del hierro colado nacional. El Carmen en 1882 produjo 27.900 quintales de hierro colado y 107.238 de hierro dulce. La fábrica de Martínez Rivas, la del Desierto, elaboró 300.000 quintales de hierro colado.A fines de la década de los ochenta Martínez Rivas levantó hornos de coque a los que alimentó con carbón asturiano.

En 1882 falleció su tío Francisco José de las Rivas y Ubieta y en 1886 llegó a un acuerdo con su heredero por el que adquiría la factoría de Desierto por cinco millones de pts. La fábrica de Desierto se convirtió en 1894 en sociedad anónima con un capital social de cinco millones de pesetas propiedad casi enteramente de José Martínez Rivas.

En 1904 comenzó a fabricar acero Martin Siemens y a laminarlo, quedando a pesar de todo muy anticuada cuando se vendió a Altos Hornos de Vizcaya en 1918, por 43 millones de pts.por lo que la compradora derribó sus instalaciones para construir otras nuevas.

Eduardo J. Alonso Olea