Desde principios de siglo se empezó a celebrar en toda España la llamada Fiesta de la flor, una cuestación a beneficio de la lucha contra la tuberculosis. Su origen se encuentra en la celebración en 1912 del Segundo Congreso Español Internacional contra la Tuberculosis en la ciudad de San Sebastián. Una de las conclusiones de aquel encuentro fue la necesidad de realizar una colecta para contribuir a la curación o alivio de los enfermos. En diciembre de ese mismo año se realizó la primera en San Sebastián con gran acogida de la población.

En Bilbao, el Dr. Francisco Ledo llevaba tiempo luchando contra esta enfermedad que estaba diezmando a la población bilbaína, por lo que tras el ejemplo de la ciudad vecina, se sumó a la iniciativa en 1913 y se formó una Comisión de Damas caritativas organizadoras de la fiesta que fue encabezada por Maria Madaleno Zárraga, mujer de Horacio Echevarrieta.

Se ubicaron mesas petitorias por todo Bilbao y a cambio de flores, aquel grupo de señoras y señoritas postulantes –acompañadas por la Banda Municipal– consiguieron más de 60.000 pesetas. Con el dinero recaudado y gracias a la ayuda de la sociedad Echevarrieta y Larrinaga que cedió los terrenos, se creó el Dispensario Antituberculoso Ledo, situado en la calle Licenciado Poza número 13. Este es el origen del famoso Hospital de Santa Marina.


Ale ibarra Aguirregabiria