El edificio del Club Deportivo de Bilbao, situado en la Alameda Recalde, fue uno de los hospitales situados en Bilbao durante la guerra civil. Era un Hospital de Convalecencia, situado en la retaguardia. Este edificio había sido inaugurado como nueva sede del club en 1931. Comenzó a utilizarse como hospital desde el 27 de diciembre de 1936. Antes ya había sido incautado y se había convertido en un improvisado refugio para las personas que llegaban a Bilbao huyendo del conflicto bélico. 

El Hospital del Club Deportivo era la enfermería del mismo, contaba con 200 camas y consultas donde atender a los pacientes. José María Arriola Navea y José Lecube Barquín fueron los médicos que la atendían. Se instaló allí el Centro de Venereología, Epidemiología, Parasitología y Especialidades, y se denominaba al hospital Sala de Enfermos, debido a que no se practicaban cirugías en el mismo. 

El Centro de Venereología estaba dirigido por los médicos Ezequiel Porto y José Luis Gallano Gondra. La labor de este centro fue  tanto asistencial como de prevención de estas enfermedades, de las que se culpabilizaba a las mujeres, consideradas fuente de contagios. Los tratamientos antiparasitarios contra la sarna o los piojos también fueron una parte importante de la labor del hospital. Las enfermedades más comunes que se trataron en este centro fueron las respiratorias (asma, bronquitis, etc.) y las digestivas (úlceras, diarreas…).

Otra de las labores que se llevaban a cabo en este centro era la de determinar, mediante exámenes, médicos si aquellos hombres que alegaban enfermedades poco verificables para no ir al frente decían o no la verdad.  

Había además un servicio de radiología dirigido por el doctor Venancio Iparraguirre, y un laboratorio con Tomás Corral al frente. Aparte de los citados médicos hubo todo un equipo de personas con diferentes cargos, otros médicos incluidos, que no podemos citar aquí por una cuestión de espacio. 

Antón Pérez