Nació en Gallarta (Bizkaia) el 9 de diciembre de 1895. Hija, hermana y esposa de mineros, desde bien pronto tomó conciencia de que la causa de sus miserias no era un designio divino como se creía en la época, sino consecuencia de las actuaciones del ser humano.

Junto a su marido, Julián Ruiz, comenzó a acercarse al socialismo y en la Gran huelga de 1917 ya era una importante líder en la cuenca minera del Gran Bilbao. Al año siguiente comenzó a escribir en las páginas de El Minero Vizcaíno bajo el pseudónimo de Pasionaria.

En 1919, con la escisión comunista del Partido Socialista, Dolores Ibarruri fue elegida miembro del Comité Provincial de Bizkaia –ese que contribuiría a la formación del Partido Comunista– y en 1921 fue delegada en el I Congreso. En aquellos años veinte su marido y ella fueron constantemente detenidos y tuvieron que actuar desde la clandestinidad.

Ya en 1930 fue designada miembro del Comité Central del Partido Comunista de España y se trasladó a Madrid, dejando en Euskadi un partido en auge, el futuro Partido Comunista de Euskadi-Euskadiko Partidu Komunista (PCE-EPK). En 1933 impulsó la Agrupación de Mujeres Antifascistas con el fin de emancipar a las mujeres españolas. Tras la revolución de Asturias de 1934 fue ilegalizada y se pasó a denominar Organización Pro Infancia Obrera.

En 1935 se celebró el VII Congreso de la Internacional Comunista. Además de la importante política de unidad popular que allí se gestó, Dolores Ibarruri fue elegida, junto a José Díaz, miembro del Comité Ejecutivo de la Internacional. En aquel mismo año trasladó a Esther y Rubén –únicos hijos que habían sobrevivido– a la Unión Soviética. Para entonces ya se había separado de su marido y mantenía una relación con el joven comunista Francisco Antón.

En 1936 fue elegida diputada por Asturias en la candidatura del Frente Popular y en el 37 Vicepresidenta de las Cortes de la II República Española. Dio mítines, fue encarcelada numerosas veces, pidió ayuda a Europa en diversas ocasiones y participó en la creación del Quinto Regimiento. Pero el Frente Popular se descomponía. En 1939 abandonó España.

Durante estos años en el exilio, la mayoría en Moscú, luchó por una política de Unión Nacional contra el falangismo y el fascismo, sobre todo desde la invasión de la URSS por las tropas de Hitler en 1941. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial inició una campaña de desprestigio contra el franquismo, pero al iniciarse la Guerra Fría, el clima anticomunista internacional, provocó el deterioro de las relaciones del PCE con las fuerzas de izquierda. A pesar de todo nunca dejó de luchar por una reconciliación nacional, Radio España Independiente, más conocida como La Pirenaica, fue en este sentido una de sus plataformas más importantes.

En 1954 fue elegida Secretaria General del Partido Comunista de España y en enero de 1960 Presidenta del mismo. En estos años también escribió sus memorias, El único camino. En 1977 volvió a España y su primer mitin fue el 22 de mayo de 1977 en la Feria de Muestras de Bilbao. En las elecciones de ese mismo año fue elegida de nuevo diputada por Asturias. Murió en Madrid en 1989.

 


Ale Ibarra Aguirregabiria