El Instituto Miguel de Unamuno y la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales de Bilbao es una edificación destinada a uso docente ubicada entre las calles Elcano y Licenciado Poza, con fachadas también a la calle Bertendona y Alameda Urquijo. Fue proyectada en 1926 por Ricardo Bastida contando con la colaboración del arquitecto provincial Diego Basterra.

Aquí aplicó y desarrolló Bastida los planteamientos escolares iniciados en el Colegio Félix Serrano. La zona construida se dispone de forma perimetral en torno a un gran patio central con dos volúmenes que se unen en esquina en “L”, y rematando la manzana con una pérgola. En una posterior ampliación el Instituto Bertendona, proyectado con un lenguaje más racionalista por Jesús Rafael Basterrechea, ocupó una parte de la pérgola demoliéndose también el resto.

A lo largo del siglo XX la enseñanza fue un campo de experiencias arquitectónicas en Bilbao, que abarcaba el ámbito general de los servicios. Las nuevas necesidades generadas por la vida en la ciudad y la génesis de las edificaciones que debían dar forma a los nuevos servicios (mercados, hospitales, lavaderos y escuelas) lo justificaban. Bastida aplicó aquí toda su experiencia, como en tantas otras ocasiones.

Gracias a la intervención de Álvaro Líbano se pudo evitar su derribo, planteando un proyecto para reforzar la estructura. Y posteriormente Félix Íñiguez de Onzoño contribuyó al acondicionamiento de las fachadas. Por todo ello el edificio sigue en pie, manteniendo además sus usos docentes.


Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre