Cineasta y productor vasco, nació en Bilbao, en 1961, donde falleció en 2014. Fue el alma mater de los hermanos Ibarretxe, Esteban y José Miguel, con quienes colaboró habitualmente en el desarrollo de proyectos televisivos y cinematográficos.

Desde sus inicios, mediada la década de los ochenta, cuando participa en diversos cortometrajes, como "Persecución Implacable", “La Venganza del Artista Calvo” e “In Vino Veritas”, hasta “Las Acacias” (Pablo Giorgelli, 2011), largometraje coproducido con Argentina y premiado en diversos festivales internacionales, como Cannes, Londres o San Sebastián, Javier Ibarretxe fue un pionero en la internacionalización del cine vasco.

Promotor de una de las mayores producciones en la historia del cine vasco “Sabotage!” (Esteban Ibarretxe, José Miguel Ibarretxe, 2000), una comedia de época, coproducción franco-hispano-británica y premio Ibaia a la mejor producción en Donostia 2001, llegó a ser nominado al Oscar, en 2005, como productor del cortometraje “7,35 De La Mañana”, dirigida por Nacho Vigalondo.

Productor creativo con una visión de futuro poco común, buscó nuevas fuentes de financiación para el cine vasco. Entre sus muchas producciones, junto con sus hermanos y el también productor Eduardo Carneros, se cuentan la miniserie “Las Memorias de Karbo Vantas” y los largometrajes “Sólo Se Muere Dos Veces” (Esteban Ibarretxe, 1997), una comedia de zombis protagonizada por Alex Angulo y Santiago Segura, premio Méliès de Plata a la mejor película fantástica europea, “Muertos Comunes” Norberto Ramos del Val, 2004), “Los Cronocrímenes” (Nacho Vigalondo, 2007), la coproducción argentina “Aballay, el Hombre sin Miedo” (Fernando Spiner, 2010) y “Un Mundo Casi Perfecto” (Esteban Ibarretxe, José Miguel Ibarretxe, 2011). También participó en la producción de los cortometrajes Dos encuentros (Alan Griffin, 2005) y Avant pétalos grillados (Velasco Broca, 2006),  además de diversas coproducciones cinematográficas e incursiones en televisión.

A lo largo de las últimas tres décadas, los hermanos Ibarretxe han logrado sostener una singular carrera creativa, no exenta de riesgo y de originalidad, en el cambiante panorama de la industria cinematográfica vasca.

El thriller fantástico “Los Ojos del Relojero”, con guión de Aitor Zabaleta, queda como proyecto inacabado de Javier Ibarretxe, una figura imprescindible del cine vasco, para el que el cine suponía la posibilidad de contribuir al relato de vidas imaginarias aunque, en ocasiones, paradójicamente resultaran más reales que las que se viven cotidianamente.


Eneko Lorente