Las Juventudes Socialistas es una organización juvenil socialista, paralela al Partido Socialista, fundada en Bilbao el 27 de septiembre de 1903. En el contexto europeo de auge de los imperialismos y del propio movimiento obrero, la piedra angular de su fundación fue el antimilitarismo y la educación del obrero. En España, uno de sus fundadores e impulsores principales, Tomás Meabe, tomó como modelo las Juventudes Socialistas de Bélgica, entonces llamadas Jóvenes Guardias Socialistas de Bélgica. En Bilbao la fundación de esta organización coincide con un momento de cambio generacional y con una nueva forma de entender la clase y el propio movimiento obrero.

Uno de los objetivos principales de las Juventudes tiene que ver con la educación del obrero en los valores socialistas. Esto lo hará a través de la organización de veladas literarias, conferencias, creación de círculos de estudios y revistas, y la organización de excursiones al campo. Se trata de crear un ocio limpio, higiénico  y culto en el que el obrero emplee su tiempo libre. Esto último tiene que ver con la lucha contra el arraigado ocio obrero de la época, muy ligado a la taberna y al consumo del alcohol, y a los festejos taurinos: Separemos a los jóvenes de las plazas de toros, de los templos, de las juergas, de los abusos alcohólicos. Que todo el ardor, todo el bello atrevimiento de los muchachos de quince a veinte años se oriente por el camino de las ideas revolucionarias” (La Lucha de Clases, 12.09.1903).  Además, en su afán por educar al obrero, en 1907 se funda el periódico Renovación, órgano de prensa de esta organización.

El antimilitarismo es otra de las piedras angulares de esta organización. En 1908, en el II Congreso Federal, se hace especial hincapié en el principio del pacifismo, un elemento central en el ideario de las Juventudes, pero que en el contexto de la Guerra de Marruecos adquiere un nuevo tinte. Las palabras de Meabe “el socialimo es la paz (…) el medio más recto para evitar la guerra es educar al soldado, hacerlo socialista”, resuenan con más fuerza que nunca. En 1910 se producen las primeras movilizaciones masivas contra la guerra de Marruecos, organizadas por Juventudes.

La I Guerra Mundial supone un importante reto para esta organización. El movimiento obrero europeo se encuentra preso del discurso patriótico de cada uno de los países, y a pesar de que el Partido Socialista trata de mantener una neutralidad ideológica, las simpatías se inclinan hacia el bando aliado, lo que genera un conflicto con las Juventudes, o por lo menos con algunas de sus secciones, ya que choca con su ideario antimilitarista.

Además, las Juventudes constituyen un puente de unión entre el socialismo y otros colectivos sociales y políticos.  Es el caso de su relación con el Partido Republicano. En este sentido, la nueva generación de socialistas mantiene cierta sintonía con los jóvenes del partido republicano. Sonadas fueron las fiestas en el Ateneo Republicano o en el Centro Obrero, donde jóvenes republicanos y socialistas compartían ocio, canciones y veladas. También los jóvenes socialistas participan en mítines y manifestaciones convocadas por la juventud republicana, unas actuaciones no siempre bien vistas por el sector más obrerista. Las Juventudes también son un importante elemento de integración de las mujeres obreras en la organización socialista. El Partido Socialista tiene cierta dificultad para que su discurso llegara a las mujeres obreras, y serán precisamente las Juventudes las que acometan la tarea de integrar a las mujeres en la organización obrera.

En la segunda década del siglo XX la participación política de las Juventudes se intensifica. Destaca su activo papel en la organización de la huelga general de 1917. Además, la revolución rusa de ese mismo año supondrá un auténtico revulsivo y aumentará las diferencias con el partido socialista, produciéndose la ruptura en 1919. Ese año se funda la III Internacional en Moscú, y el Partido Socialista acuerda en Congreso continuar en la II Internacional.  Tras varias deliberaciones y agrias disputas, entre abril de 1920 y abril de 1921 la federación de Juventudes Socialistas de España se alinean con la III Internacional. Acaba así la primera etapa de la organización.

Sara Hidalgo García