Nació en Bilbao el 26 de abril de 1831 el hijo de Donato Goicoechea y Micaela Ugarte. Obtuvo el grado de Bachiller en Filosofía el 19 de julio de 1847 en la Universidad de Valladolid.
Abogado de profesión, Marcelino Goicoechea Ugarte tomó parte en la gestión de la administración local bilbaína una vez finalizada la última Guerra Carlista, alcanzando la presidencia de la Alcaldía de la capital vizcaína en 1879.
Fue socio de El Sitio, foro de reunión de los liberales progresistas bilbaínos.
El 27 de octubre de 1896, a los 65 años de edad, fallecía en Bilbao Marcelino Goicoechea, a consecuencia de una endocarditis.
Su ascenso en la administración local llegó con la R.O. de 19 de junio de 1879, por la cual se nombraba Alcalde a Marcelino Goicoechea en sustitución de Pablo Alzola, quien tomó posesión del cargo el 1 de julio del referido año. Apenas tres meses ejerció la presidencia de la Alcaldía bilbaína, ausentándose desde el 9 de octubre a consecuencia de su mal estado de salud. Al frente de la corporación, quedó el primer Teniente de Alcalde, Manuel Lecanda. La dimisión del Alcalde llegaría el 4 de marzo de 1880, aduciendo los referidos motivos.
El Ayuntamiento bilbaíno en torno a los meses que mediaron entre 1879 y 1880 vivió una situación anómala, causada ésta por la ausencia prolongada del Alcalde, por la escasa asistencia de concejales a las sesiones, por la imposibilidad de tomar acuerdos y, por tanto, por quedar asuntos sin resolver. Ello no contribuía sino a la inestabilidad de la administración local.
En estas circunstancias, la corporación que permaneció en activo mantuvo una línea de gestión continuista, siguiendo las directrices y las actuaciones acordadas por sus predecesores. De hecho, algunos de los proyectos aprobados eran compromisos ya adquiridos por el Ayuntamiento anterior (nuevo teatro, jardines de Albia, anteproyecto del puente de San Francisco, derribo del puente de San Antón, etc.). Acapararon la actividad de la administración local el impulso del Ensanche, la construcción de edificios públicos a fin de modernizar la villa bilbaína, la mejora de la instrucción pública, el desarrollo de las comunicaciones ferroviarias y la atención de la sanidad e higiene pública.
El 3 de marzo de 1880 fue relevado en su cargo como alcalde por Manuel Lecanda Mendieta.
Susana Serrano Abad