Se sabe muy poco de la poeta bilbaína Matilde Orbegozo. Su obra se publicó de forma dispersa en forma de hojas sueltas, en folletos como los que publicó en la casa Delmas; como era moda del momento, en álbumes de familiares y amigos que recogían los textos de sus conocidos; en revistas literarias como Euskal Erria, tal como señala Anjel Zelaieta. Algunas fueron recitadas en público. Su obra, que fue objeto de un análisis de Manuel Basas se ha dividió en cuatro ciclos temáticos:
a) Poemas de la naturaleza y el paisaje.
b) Poesías de tema religioso.
c) Textos que elogian a artistas y escritores.
d) Poemas que glosan la figura de amigos.
Perteneciente a la burguesía bilbaína, sus relaciones de familia le confieren cierto rango de notoriedad, puesto que estaba emparentada con Miguel Unamuno y fue abuela de Rafael Sánchez Mazas, dato que Anjel Zelaieta pone en duda. En la novela La vida nueva de Pedrito de Andía (1952) realizó un retrato de su abuela: “Lo primero, me dijo el tío Ricardo, cómo tuvo la tía corazón romántico y hacía versos a la Inmaculada Concepción, a Pío Nono y a la Reina de Nápoles. En aquellos tiempos, y con ser religiosa, leía novelas francesas, y sobre todo, poesías de Lamartine, y los libros de Chateaubriand que le traían loca”.
Jon Kortazar