La Papelera Española, fundada en 1901 con un capital de 20 millones de pesetas, mediante la agrupación de instalaciones de las papeleras del Cadagua, Vizcaína, Vascobelga, Guipuzcoana, Laurak-Bat, Navarra, Zaragozana, Gosálvez, Manchega, Magdalena, Aragonesa y Segoviana. Domiciliada en Bilbao y oficinas centrales en Madrid. Su constitución se debió al empeño de Nicolás de Urgoiti y de Enrique de Aresti que lograron convencer a las distintas sociedades de las ventajas de lograr economías de escala aumentando el tamaño.

Desde este conglomerado de papeleras amplió el negocio a diversos sectores cercanos en un proceso de concentración vertical: fábricas en Aranguren y Arrigorriaga (Bizkaia), Tolosa y Rentería (Gipuzkoa), Prat de Llobregat (Barcelona) y Villanueva de Castellón (Valencia). Talleres de fieltros en Rentería (500 trabajadores), estucados en Tolosa, sacos y papeles absorbentes en Aranguren, cajas en Prat de Llobregat, papeles absorbentes en Villanueva de Castellón.Papelera Godó, S. A.; Onena, Bolsas de Papel, S. A.; Sociedad Anónima de Manipulados; Saltos del Bidasoa, S. A.Espasa-Calpe, S. A., almacenes, bosques y centrales eléctricas (hidráulicas y térmicas).

La producción de papel fue otro sector muy afectado por la crisis de los setenta y ochenta. Ante la perspectiva del mercado único y la liberalización del sector previsto desde 1993 se asoció en 1989 con la finlandesa Enso para conseguir un tamaño más eficiente. Durante 1988, Papelera obtuvo unos beneficios de 660 millones de pesetas, con una facturación de 21.152 millones. Los recursos generados ascendieron a 2.000 millones, según los datos del balance de la sociedad.

Pero los intentos de modernizar sus instalaciones con un fuerte endeudamiento hizo que en 1991 presentase la suspensión de pagos con un pasivo de 22.218 millones y un activo de 34.987 millones de pts. Finalmente el acuerdo con los bancos (BBV, BBK, Zaragozano, Kutxa, Barclays) y proveedores acreedores fue imposible. De forma que en 1994 presentó un expediente de quiebra voluntaria, con unas pérdidas en 1993 de 6.377 millones. Finalmente entró en liquidación en 1997, proceso culminado al año siguiente.

La fábrica de Aranguren estuvo funcionando bajo la sociedad Pastguren, pero entró en suspensión de pagos en octubre de 2009.

Eduardo J. Alonso Olea