Paz en la guerra es el título de la primera novela de Miguel Unamuno (Bilbao, 29.09.1864 – Salamanca, 31.12.1936).
Publicada por primera vez en 1897, Paz en la guerra fue reeditada 1923, con un clarificador prólogo del mismo autor. En el mismo Unamuno escribió que en la obra estaba “el perfume, de los más hondos recuerdos de mi vida y de la vida del pueblo en que nací y me crié; aquí está la revelación que me fue la historia y con ella el arte”.
Ese pueblo es Bilbao, y la época de su niñez aquella de la Guerra Carlista, para algunos autores la segunda y para otros la tercera, que se desarrolló entre de 1872 y 1876. Cuando se inició el conflicto el autor, nacido en 1864, en la calle Ronda, en pleno Casco Histórico, las Siete Calles, apenas contaba ocho años de edad. En ese lugar y en esa época en las Siete Calles de Bilbao las gentes corrientes se expresan en euskara y Unamuno se hace eco de ello, salpicando la narración de expresiones en dicha lengua. Narración de la que el autor dijo en el citado prólogo “es tanto como una novela histórica una historia anovelada”.
La novela, estructurada atendiendo a un orden cronológico, está dividida en cinco capítulos. En el primero Unamuno nos sitúa ante los sucesos más importantes ocurridos antes de iniciarse es la guerra. En el segundo capítulo Bilbao está ya en guerra y en el siguiente, el tercero, que constituye la parte central de la novela, se narra el sitio de la villa por parte de los carlistas. El cuarto capítulo está dedicado a la descripción de la guerra en Bizkaia, hasta que Bilbao queda liberada del sitio, y el quinto y último describe las últimas operaciones de la guerra y ofrece un balance global de la misma.
El personaje central de la novela, narrada en tercera persona, es Ignacio, que enrolado como voluntario en las filas carlistas morirá finalmente en la batalla de Somorrostro. Le sobreviven, entre otros personajes, sus padre y su madre. Muerta después esta, aquel, viudo, no vive ya más que para sus paseos por las montañas y los recuerdos que mientras camina acuden a él a manera de ensoñaciones. En ese ambiente llegamos a las últimas líneas del relato, en los que el autor deja caer el sentido que tendría el título Paz en la guerra, expresión que leíamos por primera y haste ese momento final tan sólo una vez hacia la mitad de la novela:
“En el seno de la paz verdadera y honda es donde sólo se comprende y justifica la guerra (…) No fuera de ésta, sino dentro de ella, en sus seno mismo, hay que buscar la paz; paz en la guerra misma”.
Como escribe Miquel Sánchez-Ostiz en el Prólogo a una de las ediciones de la obra, “con tan unamuniana paradoja se cierra Paz en la guerra, la novela de la Tercera Guerra Carlista en Bilbao y algo, bastante más que la mejor novela de Bilbao, como se ha dicho”.
Edorta Jimenez