Publicación periódica especializada, editada en Bilbao con regularidad mensual entre enero de 1909 y diciembre de 1914. Fue fundada y dirigida por el melómano y crítico Juan Carlos Gortázar y Manso de Velasco (Bilbao, 1864-Laguardia, 1926), uno de los mayores animadores de la vida musical y cultural bilbaína de su tiempo.

La revista nació con vocación divulgativa y altruista, afín a las iniciativas paralelas emprendidas por la Sociedad Filarmónica desde 1896. No obstante, pronto trascendió su ámbito local para convertirse en el principal referente de la prensa musical de ámbito estatal del momento, constituyendo un privilegiado punto de encuentro y foro de debate entre destacados músicos y musicólogos. Así, además de firmas autóctonas como Ignacio de Zubialde (pseudónimo de Gortázar), Pedro de Múgica y los guipuzcoanos Nemesio Otaño, Francisco Gascue y Jose Mª Agesta (“Lushe-Mendi”), intervinieron con diversas aportaciones Felipe Pedrell, Tomás Bretón, Joaquín Turina, Conrado del Campo, Joaquín Nin, Óscar Esplá, Julio Gómez, Rogelio Villar, Eduardo López-Chávarri, Cecilio Roda, Miguel Salvador, Rafael Mitjana, Joaquín Fesser o Henri Collet, entre otros. Gracias a esta amplia red de colaboradores, sus páginas pudieron dar cuenta de las últimas novedades musicales nacionales (Bilbao, San Sebastián, Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza, Oviedo, etc.) e internacionales (con corresponsales en París, Londres, Berlín, Bruselas, Roma o Milán). De especial relevancia fueron las crónicas referidas al teatro lírico vasco y los diversos ensayos en torno a la ópera nacional española. Asimismo, destaca la elaboración de un catálogo general de obras “de concierto” de autores españoles contemporáneos, a partir de 1912.

Debido a problemas personales de su fundador, la publicación fue trasladada a Madrid en enero de 1914, con el nuevo título de Revista Musical Hispano-americana y dirección de Augusto Barrado. Dos años más tarde sería adquirida por la editorial Unión Musical Española (antigua Casa Dotesio) y pasaría a ser dirigida por Rogelio Villar y Adolfo Salazar hasta su definitiva desaparición, en 1917.

En 2003 la Diputación Foral de Bizkaia realizó una edición facsímil de toda su etapa bilbaína, junto a un volumen de índices y estudios sobre dicha colección.

Mario Lerena