El edificio construido en Indautxu, frente a la plaza Bizkaia, tiene un uso institucional y recoge dependencias de varios departamentos del Gobierno Vasco. El proyecto corresponde a los arquitectos Federico Soriano y Dolores Palacios, y fue inaugurado en 2006.

La edificación está generada por dos decisiones básicas que responden a dos problemas concretos. En primer lugar buscar, para oficinas abiertas, la estructura resistente más espaciosa que pudiera apoyarse sobre un aparcamiento subterráneo ya construido. Y construir un volumen de vidrio cuya propia forma le proteja de los inconvenientes climáticos directos o los aproveche de manera pasiva cuando las condiciones sean positivas.

La linealidad y horizontalidad del edificio son percibidas con nitidez gracias a su apertura hacia la plaza, de nueva creación. Su fachada, de capas superpuestas, va cambiando según la luz que incide sobre ella.

Para obtener un espacio de “oficina-paisaje” (oficina abierta) se define una estructura con el mínimo número de pilares necesarios. Para resolver la correspondencia con la estructura del aparcamiento subterráneo existente, se introducen unos pilares inclinados en planta baja que adquieren una expresión escultórica convirtiendo dicha planta en un espacio público, extensión de la nueva plaza que se crea.

El proceso geométrico de las alineaciones en cada planta se estableció estudiando, en diferentes secciones, la orientación y la inclinación de los rayos solares en verano y en invierno. Ello genera distintas curvas obteniendo la vibración del edificio. Asimismo se añadieron otras capas de vidrios superpuestos que contienen serigrafías con diversos grados de densidad. Con ello se consigue disminuir la transparencia de la fachada en verano y la transparencia total en invierno, reduciendo el consumo energético total.

Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre