Edificio de oficinas en Gran Vía 4, inicialmente sede del Banco Hispano Americano y que actualmente acoge las dependencias del Banco Santander. Fue construido en 1950 según proyecto del arquitecto Manuel I. Galíndez en colaboración con José María Chapa, que dos años antes habían proyectado el edificio Naviera Aznar. Un buen número de sedes bancarias fueron ubicándose en este primer tramo de la Gran Vía a lo largo de la primera mitad del siglo XX.

Galíndez muestra en este proyecto su tendencia más monumentalista, contrapesada por su sensibilidad en la articulación de los espacios y elementos arquitectónicos, rematando superiormente el chaflán en esquina con una escultura alegórica.

La doble altura abierta por el patio de operaciones al que vierten las sucesivas entreplantas establece un interesante juego de espacios interiores a la vez que denota una gran maestría en la combinación de los materiales y las texturas: mármol verde oscuro, latón. La utilización de estos materiales nobles unida a la calidad espacial del patio muestra la síntesis de sobriedad y suntuosidad que persigue el arquitecto.

El solar limita con tres calles resultando, en consecuencia, tres fachadas que, en este caso, están resueltas con un basamento o zócalo de granito en planta baja, cuatro plantas en piedra arenisca, con un orden jónico gigante, ático y sobreático.

 


Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre