La Semana Santa es la conmemoración anual de la muerte y resurrección de Cristo. Los cristianos muestran su fe públicamente a través de procesiones que se celebran entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Pascua o Resurrección y su fecha varía dependiendo del calendario lunar, coincidiendo con la luna llena.

La Semana Santa bilbaína es una de las más antiguas del mundo. Existen datos históricos de celebraciones desde la Edad Media, cuando se fundaron las primeras Cofradías de Bilbao como asociaciones con fines sociales y espirituales.

Para el siglo XIX las fuentes atestiguan que no se trataba de celebraciones espectaculares, sino más bien sobrias, serias y de carácter popular. Comenzaban con la celebración del Quinario –espacio de cinco días dedicado a la devoción y culto de Dios o de sus santos–, que preparaba espiritualmente a los cofrades para los días venideros. También se celebraba el oficio de Tinieblas el Miércoles Santo, y el jueves y el viernes tenían lugar los diferentes oficios y procesiones, que recorrían Bilbao de noche, a la luz de los cirios y farolillos que se colocaban en las casas. Las autoridades municipales y provinciales también participaban en los desfiles.

Ya en el siglo XX, las Procesiones de Bilbao, con sus pasos e imágenes, componen todos los pasajes de la Pasión de Cristo, desde su entrada triunfal en Jerusalén el Domingo de Ramos, hasta el Cristo Yaciente, pasando por importantes momentos como la Última Cena en que Jesús instauró la Eucaristía, la oración en el Huerto de los Olivos o la Pasión del Viernes Santo.

En la actualidad la Semana Santa en Bilbao conserva ese carácter serio y austero de sus orígenes, congregando cada año a miles de fieles alrededor de sus más de 3.000 cofrades.


Ale Ibarra Aguirregabiria