Tras la entrada de las tropas franquistas en Bilbao, el nuevo gobierno impulsó una serie de políticas destinadas a crear un relato de la guerra civil en el que quedara claro quienes habían sido los vencedores y quienes los vencidos. Para ello se llevaron a cabo las llamadas políticas de la memoria, creando “lugares de la memoria” en los que se representara el relato franquista del conflicto. Así, se realizaron cambios en el callejero, se crearon las Medallas de Hierro para premiar a los combatientes franquistas, se empezaron a celebrar algunas efemérides y se construyeron monumentos o estatuas.

Uno de los lugares que el nuevo régimen convirtió en “espacio de la memoria” fue uno de los muros del cementerio de Vista Alegre, en Derio. En dicho muro, situado junto a la manzana número 19 del cementerio, fueron fusiladas durante el periodo republicano 19 personas. Los fusilamientos fueron consecuencia de sentencias del Tribunal Popular de Euzkadi. Los fusilamientos se produjeron entre el 11 de noviembre de 1936 y el 30 de abril de 1937.

El muro al que nos referimos era en su momento uno de los que delimitaba el cementerio. En el año 1947 se decidió decorar esta zona del muro en honor de los fusilados durante el periodo republicano. Para ello el ayuntamiento de Bilbao pagó 8.113 pesetas por una cruz de hierro, basamento de piedra de sillería, un bordillo, dos placas de mármol con inscripciones de los nombres de los fusilados y la pintura necesaria. En abril de 1948 se determinó ampliar la decoración y se aprobó un presupuesto de 46.213 pesetas. Sin embargo, se dejó en suspenso hasta que en 1950 se sacó un concurso público para hacerse con la adjudicación, que finalmente fue a parar a A. Madariaga por el precio de 30.390 pesetas.

El muro se conservó como estaba pero se colocó un dintel y unas columnas a cada lado, en las que se inscribieron los nombres de los fusilados. En el centro se colocó una cruz de metal donde se podían colocar ofrendas florales. A partir de este momento, este fragmento del muro del cementerio se convirtió en un lugar de la memoria, en el que se homenajeaba a las víctimas de la “barbarie rojo-separatista” según el lenguaje franquista.

En 1962 el ayuntamiento de Bilbao determinó que había que ampliar el cementerio de Vista Alegre, por lo que el muro que lo delimitaba fue derribado. Sin embargo, la parte decorada en honor a los fusilados se mantuvo en el lugar en el que estaba, dejando un trozo de pared sin derribar que aún hoy continua ahí.

Actualmente, si bien el trozo de muro se mantiene en su sitio, las inscripciones han sido borradas en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Las muescas dejadas por algunas balas son todavía visibles. El borrado se realizó el 5 de junio de 2017.


Aritz Onaindia