Arquitecto y político, fue uno de los principales protagonistas del desarrollo arquitectónico de Bilbao antes de la Guerra Civil. Se graduó en Madrid en 1919, e inicialmente se estableció en Miranda de Ebro, de donde era natural su mujer. Realizó varios proyectos en diferentes municipios de Burgos, Bizkaia y Gipuzkoa, y sobre todo en Bilbao, donde fijó su residencia y donde su padre, Patricio Bilbao, era contratista de obras.

La actividad de Tomás Bilbao se centró en la construcción de viviendas: casas de vecindad, viviendas unifamiliares y cooperativas de casas baratas, a la vez que realizó otros proyectos. En todos los casos realizó obras de calidad, de formas severas, de gran plasticidad, y con una destacada presencia urbana. En su obra como arquitecto podemos diferencias tres períodos: el primero hasta 1928 de inicio y consolidación, el segundo hasta 1937 caracterizado por la renovación, y el último relacionado con el exilio.

En los primeros años, su obra siguió formas y concepciones tradicionales de la arquitectura. En estos años construyó casas de vecindad en Bilbao, la mayoría viviendas de lujo, como las de Ercilla 20 (1919), una de sus primeras obras, Elcano 8 (1926), o Alameda de Recalde 32 esquina con Colón de Larreátegui (1928). Entre 1924 y 1928 realizó diferentes promociones de casas baratas: cuatro en Bilbao (Ara Bella, Buena Vista, Obreros Panaderos y Zurbaran), una en Arrigorriaga (La Mutual) y otra en Azkoitia (San Martín).

A partir de 1928, su arquitectura se caracterizó por su aproximación a la modernidad. Prueba de ello fue el Café Boulevard, en el inmueble de viviendas y oficinas del paseo del Arenal 5 que también erigió. El café fue uno de los primeros ensayos de renovación arquitectónica de la capital vizcaína a partir del art deco. En 1929 erigió el novedoso y efímero pabellón de cristal de Altos Hornos de Vizcaya para la Exposición Internacional de Barcelona del mismo año.

En 1930 fue miembro fundador de Acción Nacionalista Vasca (ANV). En 1931 fue elegido teniente de alcalde dentro del gobierno municipal de colación presidido por Ernesto Ercoreca. A partir de entonces, el arquitecto empezó a hacer arquitectura desde la política. Su intención fue iniciar proyectos escolares y de viviendas novedosos acordes con el racionalismo. En 1931, desde la presidencia de la Junta de Viviendas Municipales, organizó el concurso de viviendas de Solokoetxe II. Su objetivo fue definir un nuevo modelo de vivienda social, y mitigar la falta de alojamientos económicos y el paro obrero. El resultado fue la construcción, a partir de 1932, de un grupo diseñado por Emiliano Amann. Paralelamente, en 1932, colaboró en la convocatoria del concurso para construir el grupo escolar de San Francisco. El centro fue realizado por Juan de Madariaga y Joaquín Zarranz a partir de 1933. Con él se quiso establecer un grupo escolar modelo que sirviese como guía a otras intervenciones futuras, y dar respuesta a la demanda escolar y de servicios sociales en un enclave urbano marginal que se pretendía regenerar.

A partir de 1931, Tomás Bilbao realizó algunas de las primeras casas de vecindad racionalistas de Bilbao (Ripa 6, con oficinas, y Diputación 12 esquina con Rodríguez Arias 2). En 1934 el arquitecto tuvo que abandonar la política porque el consistorio municipal fue destituido por el Gobernador Civil. En aquellos años el arquitecto se centró en la construcción de viviendas para la burguesía en la capital vizcaína (Henao 15 esquina con Heros 24 de 1933; Alameda de Urquijo 58, 60, 62 y 64 de 1933; Alameda de Recalde 7 esquina con Lersundi de 1935; o General Concha 10 y Licenciado Poza 5 y 7 en colaboración con Amann de 1936).

Tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de 1936, Tomás Bilbao regresó a la política como teniente de alcalde de un gobierno de colación presidido de nuevo por Ercoreca. Durante Guerra Civil el arquitecto fue nombrado Director General de Obras Públicas del Gobierno de Euzkadi. Bajo su dirección se iniciaron las obras del Túnel de Artxanda, que se utilizó como refugio antiaéreo. También colaboró con la Dirección General de Bellas Artes del gobierno autónomo en acondicionar espacios para la salvaguarda del patrimonio.

En 1937 el arquitecto y su familia se exiliaron a Francia, donde el arquitecto fue cónsul del Gobierno de la República en Perpignan. En 1938 fue nombrado ministro sin cartera del gobierno de Juan Negrín en Barcelona, en sustitución de Manuel de Irujo. Tras finalizar la guerra se instaló en París. En la capital se encargó, desde el SERE (Servicio de Emigración de Republicanos Españoles), de conseguir subsidios y ayudas para la emigración a favor de exiliados vascos.

En 1941, durante la ocupación alemana de Francia, el arquitecto fue apresado por la Gestado y encarcelado. Logró salir de la cárcel, y en 1942 embarcó con su familia hacia México DF, donde fijó su residencia. En aquello años su actividad política y arquitectónica fue menos destacada. Murió en Ciudad de México en 1954, a los 63 años de edad.


Francisco Javier Muñoz Fernández