En 1975, fallecido F. Franco, el empuje e impulse, principalmente de la oposición democrática, provocó, la inviabilidad del Estado franquista y se inició un proceso de transición a la democracia. En 1978 fue aprobada en España una nueva Constitución que garantizaba los derechos y libertades de las personas. Sin embargo el personal judicial, administrativo, militar, policial del Estado franquista continuó en sus puestos y funciones. En años sucesivos, una nueva legislación inspirada en los principios de la Constitución ha ido sustituyendo las normas y dictados del franquismo, sin que se haya formado una “comisión de la verdad”, como ha sucedido en análogas transiciones políticas.

En 1979 se aprobó un nuevo Estatuto de autonomía y en 1980 se constituyó el Parlamento Vasco y el Gobierno Vasco.

En 1979 se celebraron elecciones municipales y conformándose una corporación municipal que reflejaba la pluralidad de la sociedad de Bilbao. Los nuevos concejales eligieron alcalde a Jon Castañares que había encabezado la lista del Partido Nacionalista Vasco.

La nueva corporación bilbaína emprendió un proceso de regeneración democrática y de transformación de la ciudad. La dureza de la crisis y reconversión industrial y la falta de recursos condicionará la acción municipal en los años iniciales del nuevo ayuntamiento democrático.