Es un conjunto de edificaciones de uso residencial y de baja densidad emplazado en un solar situado en la calle Ortutxueta 2-14, en el borde del barrio de Sagarminaga junto al límite del Casco Viejo, un conjunto heterogéneo de viviendas para las clases populares construidas en los años 50 y 60 del siglo XX, con gran densidad edificatoria. El terreno tiene una fuerte pendiente y estuvo ocupado por una explotación minera que había horadado el subsuelo. El proyecto explora la condición ambigua del lugar, una tierra de nadie entre el Casco Viejo y la periferia, entre la ría y el monte, entre la naturaleza y la ciudad. Se propone un “cluster” vecinal introvertido, de baja altura, rodeado por un perímetro de mayor altura que recoge las superficies comerciales y de equipamiento, bien relacionadas con el barrio. La obra concluyó en 2007.

Al equipo ganador del concurso de la propuesta global de ordenación, compuesto por los arquitectos Eduardo Belzunce, Luis Díaz-Mauriño y Juan García Millán, se le encargó el proyecto de construcción de una de las parcelas, la 4, una de las dos que conforman el área central del conjunto. Se compone de seis piezas residenciales que se desparraman por la pendiente de forma aleatoria, pero controladas por una geometría racional. El trazado de los sólidos va dejando vacíos exteriores de forma que aparece una escala intermedia de espacios comunes.

Los bloques tienen una tipología mixta entre vivienda unifamiliar en hilera y edificio de vivienda social con accesos por corredor. A cada vivienda se entra desde el exterior, con la independencia de lo individual, pero se apilan unas sobre otras, con la lógica de lo colectivo.

Las galerías de acceso, a las que vierten vestíbulos, cocinas, tendederos y baños, se colocan en la cara Norte mientras que en el lado Sur, abierto al sol y a las vistas, quedan los dormitorios y las zonas de estar. Las plantas se organizan mediante una sucesión de bandas de diferentes usos y características: galería de acceso, cámara técnica, piezas de servicio y espacios de estancia.

Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre