El Ascensor de Begoña es una original construcción proyectada por el arquitecto Rafael Fontán que permite comunicar la parte baja y alta de la ciudad (el Casco Viejo con Begoña), ubicado en la trasera de la Iglesia de San Nicolás en la calle Esperanza.

Consta de una gran columna hueca de hormigón armado visto, con modulaciones mediante hendiduras horizontales, que alberga los ascensores en su interior, para facilitar el transporte vertical de pasajeros. Y una pasarela horizontal superior, apoyada sobre una estructura más liviana de vigas y pilares de hormigón armado incluida una viga vertical en celosía.  Dispone de una zona abierta, y otra cerrada acometiendo de manera inclinada hacia su encuentro con la gran columna abrazándola en curva como una especie de mirador o faro de la ciudad. De toda la composición resulta la silueta de un enigmático vigía.

Toma referencia de algún modelo de arquitectura suiza de los años treinta del siglo XX. Y a finales del siglo XIX hubo un precedente del actual, que no pasó de la fase de proyecto.

La rotundidad de la forma, el material y sobre todo la ubicación visible desde amplias perspectivas de Bilbao contribuyen a su excepcional singularidad. Supone un hito arquitectónico de modernidad, vigente desde su construcción a finales de la segunda mitad del siglo XX.


Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre