La estación de Zabálburu es una edificación de acceso para el uso de transporte por ferrocarril. Construida en 1999 entre las calles Mena y G. Salazar, se encaja a cielo abierto en la profunda trinchera que forman las vías de la línea sur de Renfe, separando los barrios de Zabálburu, Irala y Bilbao La Vieja, una zona postergada de la ciudad.

Comprendida dentro del mismo proyecto, diseñado por los arquitectos Eduardo Aurtenechea y Cristina Pérez-Iriondo, se construye una liviana pasarela peatonal que une ambas márgenes, resolviendo una vieja demanda vecinal. Le sirve de apoyo una esbelta pantalla de hormigón que se inserta en el escaso espacio disponible entre las vías. También en esta pantalla se apoya el vestíbulo de la estación, un pequeño volumen de vocación escultórica en forma de cápsula.

Desde el vestíbulo, como una cinta o una vía más, bajan al único andén las escaleras y la marquesina que protegerán al viajero. Los materiales utilizados, chapa ondulada de acero inoxidable, vidrio y el color rojo corporativo, añaden identidad al conjunto.

Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre