Segundo asilo para ancianos establecido en Bilbao, que inició su andadura en el año 1879 y continúa prestando servicio en la actualidad.

Esta orden religiosa francesa dedicada a los ancianos llegó a Bilbao poco después de que finalizara la guerra civil de 1872-1876 estableciendo un pequeño asilo de ancianos en la calle Ollerías; pero pronto construyó uno de mayor tamaño en el lugar conocido como "El Bosque", en Atxuri, inaugurado en 1882.

El nuevo asilo se integró en el tejido social de la Villa y logró una popularidad cercana a la que había alcanzado la Casa de Misericordia. En el verano de 1893, los médicos de este asilo, Celestino Masip y Manuel de Montealegre, dieron parte del fallecimiento de dos ancianos por fiebre tifoidea. No enfermaron más ancianos, pero sí 12 de las jóvenes novicias. A raíz de este episodio el Ayuntamiento les concedió suministro gratuito de agua, aunque ya desde hace varios años  la casa tiene que pagarla.

Alcanzó unos niveles de calidad notables durante el primer tercio del siglo XIX, en el que los distintos ayuntamientos que se sucedieron bajo la monarquía parlamentaria, la dictadura y la república, manifestaron su apoyo a esta institución. Durante los duros años de la posguerra, la Hermanitas consiguieron el milagro de subsistir con su propio esfuerzo y los donativos recibidos.

Cuando se acercaba su centenario, el Ayuntamiento planteó una intervención urbanística sobre todo el barrio, fruto de la cual se derribó el antiguo edificio y su carretera de acceso desde la plaza de la Encarnación. Fue construido un nuevo asilo con capacidad para 110 ancianos, que mantienen con sus propios medios, gracias a la ayuda de amigos y bienhechores que colaboran con sus donativos, sin ayudas oficiales. Tiene su entrada por el barrio de Santutxu y fue inaugurado en 1985. 

Juan Gondra Rezola