Situación.- H4. Empieza.- Santutxu. Termina.- Iturriaga. Fecha CMP.- 6 de octubre de 1960.
En esta zona se encuentra la iglesia y convento así denominados popularmente. En su altar mayor está la imagen de la Virgen del Carmen, venerada por los bilbainos en la capilla del Hospicio carmelita que instalaron en la calle Correo en 1618, con fuerte oposición de algunos regidores de la Villa y otros personajes, tanto civiles como eclesiásticos de la época. A partir de 1690, se calmaron los ánimos, comenzando a ampliarse esta congregación. En la exclaustración del trienio liberal de 1820-23, el oratorio de la calle Correo, fue suprimido y profanado, siendo arrojada a la vía pública la imagen de la Virgen, la cual recogió la familia Castañares en su casa de la misma calle, hoy conocida como «casa de jaspe». Aquí la guardaron hasta su entrega a la parroquia de los Santos Juanes, donde, en 1844, se fundó la Cofradía del Carmen, situándola en la capilla del Comulgatorio, en la que permaneció hasta agosto de 1886, año en que fue trasladada a la nueva iglesia del Carmelo.
Los terrenos fueron donados por Juan José de Gorostizaga y Galíndez, natural de Llodio, propietario de los terrenos y caserío denominado "Landaburu". En 1884 los PP. Carmelitas de Begoña enviaron cartas a las personas más influyentes de la villa y otros lugares, solicitando limosna para la construcción del convento e iglesia, de lo que obtuvieron lo suficiente para comenzar las obras. Los planos fueron realizados por el Hermano Lino de San José, cuyo nombre era Pío Zataraín, natural de Usurbil (Guipúzcoa), maestro de obras y colegial de filosofía en la Orden. Los primeros contratistas fueron Martín de Argote y Francisco Bustinza, o con la colaboración de Valentín Elgoibar, siendo colocada la primera piedra el 16 de mayo de 1885 por el padre provincial Fr. José de la Soledad. El convento y la iglesia fueron bendecidos e inaugurados el 7 de septiembre de 1887, por el señor obispo de Vitoria, Mariano Miguel Gómez. Su coste ascendió a 672.318 pesetas, tenía la iglesia 51 metros de longitud y el convento contaba con 60 celdas. En febrero del año anterior, debido a las grandes lluvias, estuvo a punto de ocurrir una desgracia cuando se derrumbó parte del templo, unos momentos antes, doce obreros que trabajaban en la obra fueron desalojados por el maestro director, evitándose la tragedia.
El nombre previene del conocido monte de Palestina llamado Kármelos en griego y Karmel en hebreo, compuesto de karmen ‘huerta’ y El ‘Dios’. La difusión de este nombre se debe a la orden carmelita que entiende que la nube blanca que vio el profeta Elías en su cima es una promesa de la Purísima Concepción.
Javier González Oliver