El área urbana de Zorrotzaurre comprende la zona baja de la Ribera de Deusto que quedó convertida en península tras la construcción del canal de Deusto en los años 60 del siglo XX y posteriormente en isla tras la apertura del canal en la segunda década del siglo XXI. Su denominación proviene del hecho de ser un espacio situado frente a Zorrotza, en la margen opuesta de la ría.

Ya en la Carta Puebla de la fundación de Bilbao en 1300 se aludía a la existencia de un núcleo de población y un fondeadero en la zona. Posteriormente, en el núcleo denominado Bekoerri de la anteiglesia de Deusto hubo una dedicación fundamental a actividades marítimas, portuarias y navales. También está documentada la existencia de molinos de mareas en esta margen derecha de la ría a lo largo del siglo XVIII.

Asimismo, y desde época medieval, hay constancia de antiguos astilleros, y en el siglo XV se consideraba a Bilbao como un centro destacado en la construcción naval. El siglo XVI fue una época de gran dinamismo en la actividad constructiva naval así como en sus industrias auxiliares y de apoyo a la navegación, ubicándose en esta zona la llamada casa de los prácticos.

A partir del siglo XVII el sector naval entró en una fase de reconversión y la necesidad de amplios espacios constructivos para grandes embarcaciones trasladó a la zona de Zorrotza estas instalaciones de astilleros (Arsenal Real de Zorrotza en el lugar ocupado por los actuales Molinos Vascos).

A finales del siglo XVII y durante el siglo XVIII el proceso de desecación de las marismas de la margen derecha afectó a la zona, al construirse muelles con el fin de estrechar la ría y hacerla más fondeable.

A mediados del siglo XVIII se canalizaron las aguas que bajaban de los montes a la ribera conduciéndolas a los chimbos, depósitos soterrados con compuertas de hierro.

A mediados del siglo XIX la zona contaba con diversas fábricas: conserveras, de hojalata, de anclas, de ferretería naval, cordelerías, velerías y otros suministros navales. A estas pequeñas industrias y talleres acompañaban una serie de infraestructuras portuarias como gradas, bolardos o norays, grúas y pantalanes…

Su imagen actual responde al solapamiento de diferentes modelos urbanísticos: el inicial, con el poblamiento de casas en hilera frente a la ría, y los derivados posteriormente de la introducción de nuevas industrias en dos fases, la primera entre comienzos del siglo XX y 1936, y la segunda en la etapa de máxima industrialización, esto es, de los años 40 a los 60. En la época franquista se produjo la verdadera transformación del barrio que vivió sus años de esplendor en las décadas de los 50 y 60. En esta época surgieron en la zona diferentes naves industriales en las que llegaron a emplearse más de 500 trabajadores. Con la construcción del canal de Deusto (1950-1967) se produjo un cambio radical, al quedar el espacio convertido, como indicamos, en península. La actividad portuaria del canal fue bastante efímera ya que a los pocos años de su inauguración comenzaron a notarse los efectos de la crisis del petróleo de 1973. Hasta mediados de la década de 1970 del siglo XX fueron numerosas las industrias instaladas en la zona.

A finales de los años 80 del siglo XX comenzó ya a gestarse la idea de acometer un plan para revitalizar una zona que presentaba una alta degradación. Para ello se constituyó en 2001 la Comisión Gestora de Zorrotzaurre con el objetivo de regenerar y convertir este espacio en el futuro ensanche de Bilbao.

El Plan Especial de Zorrotzaurre aprobado desarrolla el Master Plan de la arquitecta anglo iraquí Zaha Hadid de 2004, con las diversas aportaciones ciudadanas. Propone transformar esa área urbana de península en isla con la apertura completa del canal de Deusto.

Se plantean usos variados para favorecer un desarrollo urbano equilibrado, reducción de la movilidad, prolongación de los barrios de San Ignacio y Deusto hasta el canal con un paseo de ribera que conectará con el parque de Botica Vieja. Dos barrios autosuficientes en los extremos y actividades diversas entre ambos (vivienda, comercio, oficinas, equipamientos públicos, parque tecnológico, espacios de ocio), preservando la Iglesia de San Pablo con su entorno y las viviendas del borde de la Ribera de Deusto a modo de “Casco Viejo”. Una avenida central con amplias aceras, carril bici y tranvía comunicará interiormente la nueva isla. La conexión con los barrios aledaños se establecerá mediante tres puentes (el primero proyectado por el ingeniero Juan José Arenas), otro con San Ignacio y otro móvil con Zorrotza para facilitar el tránsito de barcos hasta el Museo Marítimo.




Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre