Comerciante y político bilbaíno de tendencia liberal radical,  Gregorio Aguirre Idirín fue definido por el Cónsul francés en la villa como un hombre de ideas avanzadas. Fue Diputado general primero en el bienio 1868-1870.

Nació el 24 de mayo de 1825 en Bilbao y falleció a los 43 años en su casa de la calle Correo, 13, a causa de una infección. Fue hijo de Gregorio Aguirre Azaola, elector en la villa en el período progresista, y de María Jesús Idirin Iruretagoiena. Contrajo matrimonio en 1860 con Fidela Olaeta Salazar, rica propietaria vizcaína, emparentada con las familias Allende Salazar y Salazar Mazarredo. Tuvieron tres hijos.

Estudió Humanidades en el colegio de San Ignacio de Loiola, teniendo que abandonar sus estudios de Ingeniería por enfermedad. Entre 1850 y 1860 pasó a regentar los negocios familiares en Bilbao, siendo elegido miembro del Ayuntamiento de la ciudad en 1854, aunque no ocupó el cargo.

Aguirre Idirín fue apoderado en Juntas Generales por la villa de Munguía y la anteiglesia de Ajanguiz. Participó en el Gobierno Provincial como Diputado General Segundo y tercero en 1868, siendo elegido Diputado General primero por el bando oñacino para el bienio 1868-1870 junto conel político carlista Lorenzo Arrieta-Mascarua.

En las Juntas Generales, también participó en las comisiones de Fueros, en las de caminos y ferrocarril, en la informativa del ferrocarril de Triano y en la de hacienda y cuentas en representación de las Villas y Ciudad. Fue partidario de la reforma foral y administrativa y la elaboración de un arreglo parroquial, siendo favorable a la reducción del gasto público. En 1863 participó en la comisión especial para el arreglo de la Estadística territorial.

Como  Diputado General tuvo que afrontar los efectos de la revolución de 1868. Tras la salida de la Reina Isabel II, los Diputados constituyeron una Junta de Gobierno con el asesoramiento del Regimiento y los Padres de Provincia. Una vez normalizada la situación, la Diputación trató de mantener las instituciones forales vascas dentro del marco de la nueva legislación. Su labor se vio truncada por su enfermedad, siendo sustituido por Bruno López de Calle Malax-Echevarría en marzo de 1869.

Ana Prado