El 27 de mayo de 2004, el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, inauguró la colocación de 126 palomas simbólicas como representación de paz y tolerancia en casi treinta rincones del centro de la villa.

Se trataba de una iniciativa puesta en marcha por la Fundación Bilbao 700-III Millenium Fundazioa por la que diferentes empresas e instituciones, como El Correo, se comprometían a abonar cada una de las palomas de tres metros de envergadura realizadas para la ocasión. Las esculturas, realizadas en fibra de vidrio, representaban palomas en tres posiciones: con las alas cerradas, con las alas extendidas prestas a emprender el vuelo, y simulando volar. Estas últimas se colocaron suspendidas entre árboles y farolas. Los alumnos y alumnas y el profesorado de diversas escuelas, ikastolas, colegios e institutos bilbaínos fueron los encargados, desde su más pura inocencia, de darles color con originales diseños.

Bilbao, paz y tolerancia pretendía así asentar un espacio de respeto y convivencia. Hacer de Bilbao una sociedad plural que apoyase a las víctimas y defendiese la paz y la fraternidad.

 


Ale Ibarra Aguirregabiria