Compositor, intérprete y letrista (Deusto (Bizkaia), 1907-Madrid, 1980).

Inició su formación musical en la Academia Vizcaína de Música de Bilbao bajo la tutela de Jesús Guridi, con quien cursó órgano y coro. Simultáneamente, realizó estudios comerciales en las Escuelas Pías de la ciudad. A los dieciséis años comenzó a ejercer tareas de dependencia y  contabilidad en un establecimiento de bicicletas, debido a los escasos recursos de su familia. Como pianista, ambientó sesiones de baile en el “Café de la Terraza”, sito en la plaza Zabalburu. Entre 1931 y 1936 actuó en distintos espectáculos circenses por toda la geografía española; hasta afincarse en Sevilla, donde fue saxofonista.

Tras la Guerra Civil inició una importante carrera como autor de canción melódica y ligera, conjugando los aires en boga del jazz, la música latina y cierto flamenquismo. A partir de 1941 sus temas fueron popularizados por algunos de los más aplaudidos vocalistas del momento, como Antonio Machín, Jorge Sepúlveda, Angelillo, Jorge Gallarzo, Pedro Infante, Juanito Segarra, Luis Mariano, Antonio Molina y María Dolores Pradera. El propio compositor difundió estas piezas en giras por diversos países europeos y, sobre todo, en Iberoamérica, que frecuentó al frente de su “Orquesta Larrea” durante la década de 1950. Así, su pasodoble No te puedo querer logró un disco de oro en México (1952) y su bolero Dos cruces llegaría a ser versionado en diversos idiomas. Algunos de estos éxitos fueron explotados también en producciones cinematográficas (Necesito dinero (1952), Fantasía española (1953) o Suspiros de Triana (1955)).

En las décadas siguientes, la general transformación de las modas de consumo musical dejaría un tanto relegado este repertorio; a pesar de lo cual, Larrea proseguiría su labor profesional y creadora hasta sus últimos días. Durante algún tiempo fue contratado para amenizar travesías de crucero por Escandinavia, antes de asentarse definitivamente en Madrid, en 1965, donde continuó actuando en salas de fiestas.

En el año 2011 el Teatro Arriaga reunió en su escenario a carismáticos intérpretes vascos para homenajear la figura y el legado del músico.

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Obras: más de 200 canciones; entre ellas, Noche triste, No te puedo querer, Dos cruces, Camino verde, Mi barca, Puente de piedra, Las tres cosas, Cinco minutos, La fuente, A las doce en punto; Bilbao, Bilbao, etc.


Mario Lerena