Primer obispo de la Diócesis de Bilbao. Casimiro Morcillo González nació en Chozas de la Sierra (Madrid) el 26 de enero de 1904 y murió en Madrid el 30 de mayo de 1971.

El Papa Pío XII, a través de la bula Quo Commodius (2 de noviembre de 1949), crea la Diócesis de Bilbao al desmembrarla de la Diócesis de Vitoria siendo designado en mayo de 1950 Casimiro Morcillo González primer obispo diocesano de Bilbao.

Hasta ese momento el obispo había desarrollado su labor pastoral en Madrid de donde era originario, pues había nacido en el pequeño pueblo de Chozas de la Sierra, el cual tras un proceso en el que participó el propio obispo Morcillo cambió a Soto del Real. En el seminario de la capital madrileña se doctoró en Teología donde, posteriormente, asumió una cátedra. Tras ordenarse sacerdote en 1926 desempeñó varias tareas como canónigo de la catedral madrileña, vicario general e incluso llegó a ser obispo auxiliar de Madrid-Alcalá y obispo titular de Agatópolis (1943); título de carácter simbólico de una región en de la actual Bulgaria.

Una vez en Bilbao, con una villa en crecimiento demográfico y económico, el obispo impulsó la expansión un nuevo entramado de templos en colaboración con la Junta de Construcción de Templos Parroquiales de Bilbao. De este modo, el Boletín Oficial del Obispado de Bilbao (diciembre de 1955) recoge más de una veintena de decretos de erección parroquial (aunque algunos no llegarán a llevarse a cabo) entre los que destacan los templos del Corpus Christi y Ntra. Sra. del Pilar en Indautxu, la Santa Cruz en Begoña, Cristo Rey en la Casilla o María Reina en Santutxu.

Tras un lustro en la villa bilbaína, Casimiro Morcillo González es promocionado al Arzobispado de Zaragoza (1956) donde permanecerá hasta su designación como responsable máximo de la Archidiócesis de Madrid (1964). En sustitución del prelado madrileño accede a Bilbao el navarro Pablo Gúrpide.

Por decisión del Jefe de Estado, Francisco Franco, es nombrado procurador a Cortes franquistas permaneciendo dos legislaturas (1964-1967 y 1967-1971). Dicho cargo le condujo a formar parte, asimismo, del Consejo del Reino al ser el prelado de mayor rango jerárquico y antigüedad en las Cortes. Su vinculación con el régimen franquista le valió el reconocimiento de éste recibiendo diversas distinciones, entre las que destaca la Cruz de la Orden del Mérito Civil (1953) impuesta por el Ministro de Justicia, Antonio Iturmendi.

Al crearse la Conferencia Episcopal española (1966) Casimiro Morcillo asume la vicepresidencia del órgano, bajo la presidencia de Fernando Quiroga (1966-1969), periodo tras el cual él asume el máximo cargo, lo que conlleva el abandono de las Cortes y el Consejo del Reino. El obispo Morcillo fallece en 1971 en el cargo de presidente de la Conferencia Episcopal y Arzobispo de Madrid.


Jonatan García Rabadán