Desde 1999 se alza en la Plaza de Amézola un guerrero de 12 metros de altura que adquiere el aspecto de un auténtico tótem de aluminio. Esta escultura, llamada Casco urbano o Casco industrial, es obra del artista valenciano Miquel Navarro (1945), un autor de prestigio internacional y una de las miradas artísticas más personales dentro del ámbito de la escultura contemporánea. Especialmente conocido por sus paisajes escultóricos de inspiración urbana, Navarro crea un nuevo y espectacular volumen urbano a partir de formas básicas.

Miquel Navarro cuenta también con varias esculturas en el Museo Guggenheim Bilbao.

Ana Prado