Abogado, clérigo y político bilbaíno, Fernández de las Heras López de Castro nació en Bilbao el 24 de octubre de 1772. De tendencia absolutista, ocupó los cargos de apoderado en las Juntas Generales durante dos bienios, siendo también Síndico Procurador General primero de la Diputación por el bando oñacino en el bienio de 1806 a 1808 y Consultor segundo del Señorío entre 1823 y 1833.

 Fue hijo de Ventura Fernández de las Heras Plaza, natural de Frías (Burgos), y Francisca Javiera López de Castro, natural de Burgos. Su padre fue el primer oficial de la Secretaria del Señorío de Vizcaya, perteneciéndole el arriendo y administración de los diezmos de la anteiglesia de Abando. Rafael Luis Lorenzo Fernández de las Heras estudió jurisprudencia en la Universidad de Salamanca, obteniendo también el grado de Bachiller en Leyes en la Universidad de Oñate. Además cursó estudios canónicos, llegando a ser clérigo tonsurado en el año 1795.

 Comenzado el siglo XIX ejerció la abogacía, siendo asesor de varios ayuntamientos del valle de Gordexola y Regidor del ayuntamiento de Bilbao en abril de 1823. Pero su actividad política más destacada fue como Síndico Procurador General por el bando oñacinoen el bienio de 1806-1808. Su opción a favor de cumplir la entrega del número de hombres exigidos por la Real orden de 5 de octubre de 1806 fue polémica. Otra de las problemáticas abordadas fueron la renovación de señales de las atalayas en las costas, la necesidad de mejorar los caminos de Bilbao y Durango o el reparto de la obra Novísima Recopilación de Leyes de España.

 En mayo de 1823 fue nombrado Consultor segundo del Señorío, cargo en el que se vio ensombrecido por Casimiro Loizaga, entonces primer Consultor. Además de este cargo, Fernández de las Heras también actuó como Abogado Fiscal del Señorío.

 En 1833, con el estallido de la Primera Guerra Carlista fue destituido por considerársele cercano a los carlistas.

Ana Prado