El origen de las fiestas euskaras se remonta a 1853, cuando el explorador y propagador de la cultura vasca Antoine D’Abbadie puso en marcha el primer certamen en la localidad vasco-francesa de Urrugne. Desde entonces, diversos pueblos de Euskal Herria como Gernika, Markina o Durango comenzaron a celebrar estas fiestas con el fin de promover la tradición vasca, en especial la literaria.

A finales de julio de 1882, Bilbao acogió las primeras fiestas euskaras, celebradas en los salones de la Sociedad Euskalerria, organizadora del evento. Bajo la presidencia de Fidel de Sagarminaga, Aureliano de Galarza y Arturo Campion, el acto contó con diversos certámenes literarios y musicales en cualquier variedad de vascuence.

El tema no era otro que los vascos, su idioma y sus costumbres. La medalla conmemorativa reflejaba, por un lado, el árbol de Gernika en forma de cruz con las inscripciones: Dios y fueros-Fiestas euskaras en la Sociedad Euskal-Erria de Bilbao; y por el otro, cuatro manos entrelazadas, Laurak-bat, con los escudos de armas de las provincias hermanas y el libro de los fueros, con las mismas inscripciones, esta vez en euskera.

Entre los premiados destacó el zortziko Arbola bat, del compositor Modesto Letamendia, poniendo melodía al poema homónimo que Felipe de Arrese Beitia había dedicado a la sociedad el año anterior. La fiesta terminó con el Gernikako arbola, compuesto por José María Iparraguirre en 1853 y convertido ya en todo un himno.

La siguiente cita se dio en agosto de 1896 en el Frontón Euskalduna. Bajo el tema grandeza de Euskalerria, también contó con concursos de bertsolaris, dulzaineros, bandas de tamborileros, ezpatadantzaris y orfeones vascos.

Al igual que las de agosto de 1905. Entonces, a los clásicos certámenes se sumaron concursos de deportes rurales como aizkolaris o cortadores de troncos, y palankaris o lanzamiento de palanca. Y un clásico partido de pelota disputado entre Chiquito de Abando y Araquistain contra Eraso y Pasieguito.

Con la I Guerra Mundial dejaron de celebrarse estas fiestas, dándose únicamente juegos florales.

 


Ale Ibarra Aguirregabiria