Desde Mediados del siglo XV hasta que fue demolida la de Larrinaga y sus presos trasladados a la nueva prisión de Basauri, Bilbao contó siempre con una o varias cárceles.

Las primeras referencias conocidas, del año 1463, parecen indicar que no existía cárcel y que cuando se trataba de encerrar a un persona se preguntaba a ver quién quería hacerse cargo del preso. Pero aquel mismo año el Ayuntamiento, propietario del torreón situado en el portal de Zamudio, expulsó a Martín Sáes de Oxinaga, quien lo ocupaba ilegalmente y puso allí como carcelero público a Pero Saes de Urive, barbero. Entraron entonces los dos primeros presos y los tres primeros juegos de cadenas para inmovilizarles.

Según Labayru, en 1556 albergaba 14 presos, era insuficiente, y en1558 comenzó a construirse la nueva cárcel de 4 pisos … en el sitio bazio detrás del muro de entre el torrejón y cárcel vieja del portal de Zamudio y las casas de Melchor de Elorriaga. Dieronsela 4 pisos: el primero, el segundo y el tercero de cuatro codos de altura y el cuarto de cinco. Tras el incendio que arrasó Bilbaoen el año 1571 fue reconstruida según proyecto del maestro Juan de Lariz.

Entre los años 1669 1671 el Señorío de Bizkaia construyó su cárcel en Urazurrutia, en terrenos cedidos por el Ayuntamiento. Era conocida como “Cárcel de la Señoría” y estuvo en servicio hasta finales del siglo XIX.

Las condiciones de vida de los presos en aquellos años quedan reflejadas en el acuerdo municipal del mes de enero de 1693 para que se compraran dos camas y se colocaran en la cárcel para su utilización por dos presos enfermos allí encerrados que se ven obligados a dormir en el duro suelo.

En 1795 la cárcel del portal de Zamudio se encontraba abarrotada por presos de tres procedencias distintas: “del alcalde”, “del Comisario Ordenador de la Marina” y “del Señorío”. Acababa de finalizar la guerra contra la república francesa y eran tiempos revueltos. En esas condiciones apareció un brote de tifus exantemático, fiebres pútridas o tabardillo en el lenguaje de la época. El Ayuntamiento de Bilbao, en sesión del 12 de marzo de 1795 acordó comisionar al cirujano y a los tres médicos titulares para que visitaran la cárcel e informaran acerca de las medidas que debían de tomarse. Encontraron nueve enfermos de “fiebres pútridas biliosas”, entre ellos, el alcaide. Consideraban que debía abandonarse el viejo torreón...

Se trasladó la cárcel a un antiguo polvorín situado en Urazurrutia, muy cerca de la cárcel de la Señoría. Durante la guerra carlista de 1833-1839 estuvo repleta de prisioneros y sufrió algunos brotes epidémicos.

En el año 1868, la Dirección General de Prisiones ordenó la demolición de ambas. La Diputación inició los trámites para constuir una nueva cárcel. Conocida en un principio como Cárcel de Zabalbide más tarde pasaría a denominarse de Larrinaga, fue construida por el arquitecto Pedro Belaunzaran. Se terminó en 1871 con capacidad para 600 reclusos. Años más tarde, fue ampliada con un nuevo piso para convertirla en Prisión Correccional provincial. Durante la Guerra Civil llego a “albergar” hasta 3.000 personas. El Ayuntamiento cerró la suya años más tarde, cuando se construyó la casa Galera de Solokoetxe, que albergó durante unos pocos años a la cárcel municipal.

En el año 1966 se inauguró la cárcel de Basauri, se procedió al derribo de la de Larrinaga, y Bilbao quedó sin cárcel alguna en su término municipal.

Juan Gondra Rezola