Es muy poco lo que sabemos acerca de los médicos que atendieron a la población bilbaína de los siglos XIV y XV; lo podemos resumir diciendo que hubo médicos y cirujanos al servicio de la salud de la población bilbaína y que conocemos el nombre de alguno de ellos.

Es probable que ya desde su fundación Bilbao fuera el centro de trabajo de algún médico, ya que se trataba de una plaza comercial importante, con flujo continuo de viajeros o marinos y con una población que pronto llegaría a ser la mayor de entre las villas de Vizcaya. Podemos suponer que, al igual que en algunas ciudades castellanas y en la vecina Vitoria, fuera judío o converso, tal como  parece que fueran muchos de los médicos y cirujanos que veremos a continuación.

También contaría la Villa con cirujanos y maestros sangradores, quienes, junto a los boticarios y algún que otro curandero, los barberos y las parteras, completaría el cuadro de profesionales al servicio de la salud de nuestros antecesores.

No podemos descartar que ejerciera en la Villa alguna mujer, tal como lo hizo en otras tierras una vizcaína, María Ortiz de Guecho, quien ejerció su profesión en Mallorca y en Murcia; ciudad, esta última, que le concedió licencia para que cure de fístolas, e lamparones e tiña en esta ciudad en el año 1480.

 

Peritajes

El contenido de los primeros escritos conservados en el Archivo Municipal se limita a reflejar alguna peritación realizada con motivo de muerte violenta o heridas y a recoger entre los censos de población la presencia de profesionales sanitarios.

El 3 de julio de 1432 el alcalde Juan Saes de Medina llama a Juan Rodrígues, Sergano (cirujano) vecino de la Villa, para que informe sobre el pronóstico de la herida infringida por Sancho de Gorieso, morador en Uribarri, a Fernando de Laber, vecino de Bilbao, a quien golpeó en la cabeza con una azcona. Realizado el oportuno examen pudo el buen cirujano emitir su pronóstico:  E luego, el dicho Juan Rodrigues dixo que segund lo que alcançava e entendia en el ofiçio de la medeçina e çurijia quel dicho Ferrnando non avia peligro alguno por rason de la dicha ferida ...

El 9 de agosto de 1446 el alcalde de la Villa llama a dos  çuriganos (cirujanos) vecinos de Bilbao como peritos forenses para dictaminar si la muerte de Furtunno de Bedia era debida a una herida recibida en la cabeza veinte días atrás o se debía a otra causa. Los dos peritos llamados son el Maestre Pedro de Villalobos  y el Maestre Alfon de Çaragoça, moradores al presente en la Villa de Viluao.  

 

Relaciones de vecinos

En el repartimiento del año 1464 y en los de años posteriores, hasta la fogueración realizada el año 1492, vamos a encontrar más información acerca de los primeros galenos bilbaínos; lo que nos permite saber, por una parte, que la Villa no tenía todavía médicos contratados a su servicio.

 Por otra parte, se nos informa que eran vecinos de la Villa el fisygo Sant Juan d’Egurpyde (1464), con domicilio en la Cal Santiago, hoy Tendería; también lo era en ese mismo año la viuda del Maestre Juan, fisyco junto con las de otros dos maestres Juanes, Curijano el uno y boticario el otro.

En la fogueración del año 1492 encontramos a un Maestre Antonio, fisyco  residente en la Cal Palacio, actual Artecalle; a quien no se menciona en la del año 1511,  fogueración-vecindario esta última por la que sabemos que el médico Pablo de Cartajena vivía en la  calle de la Tendería  y el Dr. Sangroniz en Artecalle.

Merece ser destacado que, en contraste con la escasez de médicos, el número de barberos que aparecen en estas relaciones es muy elevado; así, en el repartimiento de 1464 aparecen 10 barberos. Es muy probable que, además del arreglo de barbas y cabelleras, recayera sobre estos profesionales un peso importante de la asistencia sanitaria al vecindario.

 

Otros documentos

Entre los miembros de la comisión de cuatro personas que el año 1446, el día 7 del mes de octubre, realiza el padrón de las sepulturas de la iglesia de San Antón, figura Juan Peres de Cordoua, Cirujano. Entre los firmantes de las ordenanzas de Bilbao del 5 de enero del año 1462 aparece Martín Ibannes de Nobia, cirujano.

 

Normativa reguladora local

Carecemos de noticias escritas hasta finales del siglo XV o comienzos del XVI en que aparecen las dos primeras referencias al respecto: un examen de las boticas bilbaínas en 1463 y otro realizado a los médicos en 1509.   Pocos años después nos encontramos la ordenanza de 13 de julio de 1515 que va a regular con detalle las obligaciones y derechos de los médicos de la Villa; con ella entramos en la Edad Moderna, en la que la documentación escrita acerca de la asistencia médica en Bilbao es algo más abundante.

            

Juan Gondra y Antonio Villanueva Edo