Pedro Bilbao nació en Mungia el 23 de octubre de 1853. Tras estudiar en Bilbao y Begoña, viajó hasta Burdeos, donde se embarcó hacia Argentina. En Argentina inició su carrera comercial a la temprana edad de trece años, como dependiente de una casa de telas llamada “Magdalena y Urrutia”. Más tarde, comenzó a trabajar en la empresa fundada por Santiago y Narciso Goyenechea y fue en esta casa comercial donde inició su carrera como empresario. Casado con una de las hijas de Santiago Goyenechea, tras la muerte de su suegro, en 1871, Pedro Bilbao se hizo cargo del negocio familiar que pasó a denominarse “Goyenechea, Bilbao y Cía.”. En 1890 regresó a Bilbao, donde se estableció como comerciante e inversor.
Pedro Bilbao estuvo ligado al Liberalismo dinástico y fue miembro de la sociedad El Sitio, donde ocupó el cargo de
presidente en 1908.
En diciembre de 1901 fue elegido séptimo teniente de alcalde del Ayuntamiento
de Bilbao, pero la dimisión de Baldomero Villasante Anchústegui hizo que fuera
nombrado alcalde, con el apoyo de un numeroso grupo de concejales.
Bajo el mandato de Pedro P. Bilbao se comenzó la renovación de la Ordenanzas
Municipales, cuyo texto final fue publicado el 4 de mayo de 1904. El nuevo texto
contaba con más de 1.200 artículos que regulaban de forma precisa la vida
municipal. Estas Ordenanzas incidían sobre todo en la limitación del espacio
público y en la higiene.
Durante su mandato fueron aprobadas disposiciones para la renovación de la fachada de la escuela de Las Cortes y la creación de una Escuela Superior de Maestras, que se ubicaría en un local del nº 5 de la calle La Merced. También se aprobó una moción para la creación de una Caja de Ahorros que funcionase simultáneamente con el Monte de Piedad.
En el terreno de las obras públicas debemos destacar el proyecto de ampliación
del Ensanche. En julio de 1903 se abrió a concurso
público el diseño de la ampliación. El primer premio fue otorgado al arquitecto
Federico de Ugalde y el accésit al proyecto de Guimón y Bastida. Asimismo, la
construcción del Parque de Albia tuvo un protagonismo especial durante el
mandato de Pedro P. Bilbao. La compra de los terrenos por parte del
Ayuntamiento a los propietarios para construir el parque supuso un gran
obstáculo debido a que el consistorio bilbaíno propuso hacer el pago por el
nominal de las obligaciones del propio Ayuntamiento y no en efectivo.
Por último, el abastecimiento de agua y saneamiento fue otro de los problemas a
los que tuvo que hacer frente el alcalde. El mal estado de las aguas de la ría
que abastecía muchas de las casas de Bilbao, hizo que se planteara en sesión
plenaria la necesidad de construir un depósito de aguas de Larraskitu.
En la sesión del 14 de abril de 1905, el alcalde Pedro P. Bilbao presentó su
dimisión en el pleno, justificada por el ataque de las fuerzas
vivas contra él. En su lugar fue nombrado alcalde Gregorio Balparda.
Eduardo Alonso Olea