Proyecto de extensión urbana del municipio de Bilbao ocupando los terrenos recientemente anexionados de Begoña y Deusto, que cierra la etapa del urbanismo basado en los planes de ensanche e inaugura la organización de un marco comarcal y metropolitano.

Una vez definida la urbanización de Abando a partir de los planes de ensanche de 1876 y 1907, Bilbao disponía de una gran reserva de suelo urbanizable. Sin embargo, el debate urbano pronto se reanudó, aunque centrado ahora en la proyección territorial de Bilbao y la organización del espacio de la ría. La disyuntiva giraba entre las anexiones directas de municipios a Bilbao ola oposición al crecimiento del término bilbaíno, reemplazada porla mancomunidad de municipios bajo control de la Diputación.

En 1923 la vía de un planeamiento comarcal fue articulada con gran antelación y profundidad conceptual por Ricardo Bastida.Estableció el esquema de un plan de carreteras de enlace de Bilbao con sus pueblos colindantes sobre la base de los movimientos circulatorios como clave de la ordenación urbana y territorial. Bastida se constituye en el más claro antecedente en Bilbao de los planes comarcales y el concepto de Gran Bilbao desarrollado efectivamente por Pedro Bidagor veinte años después.

El triunfo de la Dictadura de Primo de Rivera facilitó el crecimiento del término de Bilbao por la vía de la anexión, culminada con la integración en enero de 1925 de Begoña, Deusto y parte de Erandio. De esta forma, el ayuntamiento pudo poner en marcha el proceso de redacción de un proyecto de Extensión Urbana. Se convocó primero un concurso públicode anteproyectos, articulado sobre unas condiciones técnicas bien definidas, y en el que triunfó el urbanista alemán Joseph Strüben.

A partir de las ideas de los anteproyectos la oficina municipal de urbanismo (Estanislao Segurola y Marcelino Odriozola) elaboró el Plan de Extensión de 1927. Este plan, aunque seguía basándose en el trazado de manzanas, utilizaba una malla flexible y, sobre todo, incluía ya un primer diseño del sistema de circulación metropolitano, sobre cuatro ejes viarios principales de escala comarcal, pero centrados todos en Bilbao. El plan se adecuaba a las distintas topografías, dando lugar a tramas diferenciadas. En Begoña dibujaba calles curvas, adaptándose al terreno y a su previsible destino residencial de ciudad jardín. En cambio, Deusto se diseñó con manzanas cerradas más densas, con un modelo cercano al del Ensanche.

Sin embargo, en ese momento el plan quedó bloqueado por la aprobación en 1928 del  proyecto de la Junta de Obras del Puerto de un canal por la vega de Deusto. El canal de Deusto debía permitir superar los problemas de navegación por la curva de Elorrieta y crear una nueva zona más eficiente de muelles y depósitos portuarios.

El Ayuntamiento se vio obligado a rediseñar su plan para la zona Deusto, completado definitivamente en 1929. La península y las riberas quedaban para usos industriales y portuarios, se rectificaban viales y, sobre todo, se perdía un amplio espacio residencial junto a la ría.Bilbao seguiría sin disponer de zonas de esparcimiento entorno a la ría, ni poder trazar nuevos puentes fijos por las necesidades del puerto.

El Plan de 1927-1929 significó un punto de inflexión importante en la historia del planeamiento en Bilbao. Sin romper definitivamente con el modelo del Ensanche, que estaba aún muy presente, lo supera definitivamente, inaugurando el concepto comarcal y la funcionalidad clave del viario. Al diseñar varias vías para distribuir el tráfico facilitabatambién desahogar la ciudad histórica, dándole accesos alternativos, que permitían respetar el espacio heredado.

Durante los años siguientes, la llegada casi simultánea de la República y de la crisis económica de 1929, determinaron unas condiciones muy negativas para el desarrollo del proyecto, por la combinación de inestabilidad política y precariedad económica. Sin embargo, algunas de las infraestructuras asociadas sí se realizaron, principalmente los dos puentes levadizos diseñados por Ricardo Bastida: el del Ayuntamiento (1929-34) y el de Deusto (1931-1936).

José María Beascoechea