La propuesta del arquitecto Secundino Zuazo para la reforma parcial del interior de Bilbao pretende dar respuesta y corregir algunas situaciones anómalas que, según su criterio, se habían producido con el desarrollo inicial del Proyecto del Ensanche aprobado en 1876. El objetivo principal era establecer comunicaciones fluidas entre el núcleo antiguo de la ciudad (Casco Viejo) y la nueva extensión sobre la vega de Abando, eliminando la competencia que se estaba creando entre el nuevo centro y la ciudad antigua. Zuazo trata de resolverlo mediante la adaptación del trazado antiguo de la Villa integrándolo en la estructura general del sistema viario para eliminar la incomunicación que había aparecido entre ambas zonas.

Durante las dos primeras décadas del siglo XX, en las que se había construido aproximadamente el 50% del Ensanche proyectado, en la ciudad antigua se hacinaba un pequeño comercio mientras en la nueva ciudad se situaba una burguesía ascendente. La Reforma pretendía distender esta tensión entre ambas márgenes de la Ría mediante la readaptación del centro histórico, devolviendo a la ciudad antigua el control de la actividad urbana. 

Secundino Zuazo, en colaboración con Manuel Cristóbal y Mañas, presentó una primera propuesta en 1920, que se basaba fundamentalmente en los aspectos de circulación y de higienización, dos conceptos que habían estado en la base de numerosas intervenciones anteriores en otras ciudades del ámbito estatal.

La segunda propuesta, según un proyecto de 1921, incidía en las ideas enunciadas en la primera pero variando ligeramente su solución formal, influenciada probablemente por un viaje realizado por el arquitecto a París, donde tuvo ocasión de admirar las últimas intervenciones urbanísticas llevadas a cabo. A nivel arquitectónico lo más destacable era la creación de una “city” sobre el muelle de Ripa, con clara influencia de la arquitectura norteamericana en altura.

A pesar de que presentó un estudio financiero que garantizaba la viabilidad de la operación, el gran coste económico de la reforma, que incluía varias fases de desarrollo y un gran número de expropiaciones para derribos, frustró la intervención.


Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre