Nació en Bilbao, en 1890. Abogado y aficionado al cine, en los años veinte inició su participación en el medio como rotulista  de películas mudas, director artístico y guionista. También colaboró como crítico cinematográfico en los rotativos El Nervión, El Imparcial y Ahora, llegando a presidir la Asociación de Periodistas Cinematográficos de Madrid, creada en 1928. Posteriormente colaboró también en revistas como Fotogramas o Primera plana y publicó trabajos de técnica fotográfica, entre ellos Cómo se hacen las películas y El manual del cinemista, mostrando un avanzado conocimiento de los procesos fotoquímicos.

En 1922 rodó su primer trabajo, Isidro labrador, una película cómica de la que también fue guionista, influenciado por el estilo de Charles Chaplin y Roscoe Arbuckle. Tras dirigir Las nerviosas (1925), rodó los cortometrajes El médico a palos (1926), inspirado en la obra teatral de Leandro Fernández de Moratín, y La historia de un duro (1928), un trabajo de corte experimental y vanguardista con el que consiguió el reconocimiento del entorno cinéfilo. En los años de tránsito del cine mudo al sonoro, Micón rodó el largometraje La alegría que pasa (1930), que no llegó a estrenarse por dificultades de distribución.

En 1931 participó en la creación de los Estudios Cinema Español S.A. (ECESA), una sociedad con la que quería promover la construcción de los mayores estudios cinematográficos de Europa, en Madrid.

A mediados de los años treinta, reanudó sus trabajos de guión y dirección con los cortometrajes La juerga (1935), La maté porque era mía (1935) y La pieza (1936). En 1940, inició una serie de rodajes de tipo documental, como Valles y cumbres vascas, Valle de Ansó, Los santuarios vascos, Costa Vasca (1940), Estampas Vascas (1941) o El valle del Roncal (1941), entre otras muchas incursiones en el género.

En 1943 decidió iniciar el rodaje de su primer largometraje, Paraíso sin Eva. La película no obtuvo el esperado éxito de público, por lo que el director volvió al documental de oficios, personajes y costumbres, como Benlliure, escultor inmortal, Melilla la vieja o Nómadas árabes, todos ellos de 1947.

Tras realizar el cortometraje experimental Historia de una botella (1949), volvió al género documental con ¿Conoce usted Madrid? (1949), El abanico de España (1949), Ganadería lanar (1951) o Industrialización de la oveja (1955).


 

 

Eneko Lorente